Triple crimen

Apareció el arrepentido que se quebró y “cantó”

Una fuente ligada a la investigación había asegurado a 24CON que existía una persona que había escuchado al verdugo de los empresarios dar la orden de asesinarlos. Ahora, se animó a declarar

Por Cecilia Di Lodovico
El teléfono repicó en el estudio de Miguel Ángel Pierri, también, en la casa de la familia Ferrón. La voz temerosa de un hombre se anunció del otro lado de la línea como la persona que estuvo junto al hombre que dio la orden de matar a Ferrón, Forza y Bina. Desde el principio, deseó declarar ante la Justicia, pero el miedo lo paralizaba. Pedía ciertas condiciones para hacerlo, condiciones que no estaban garantizadas, como por ejemplo, viajar al exterior para brindar su testimonio. Aunque su palabra era clave para dilucidar el triple homicidio, la ley hace agua en materia de protección de testigos.

Esta semana, un empresario farmacéutico, que ya estaba vinculado al caso, le señaló al fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, dos personas que habrían sido entregadores o encubridores. Se trata de un arrepentido del negocio de los medicamentos y del comercio ilegal de efedrina, cuyo testimonio conduce a dos personas que habrían actuado como encubridores o entregadores y que sabrían quienes mataron a los tres empresarios. En este sentido, suenan cada vez más fuerte los nombres de Ibar Esteban Pérez Corradi -un ex socio de Forza- y Martín Lanatta, funcionario quilqueño del Registro Nacional de Armas (Renar).

No obstante, el farmacéutico no es el único que "se quebró" y declaró como testigo de identidad reservada. Como detalla el diario "Clarín", "desde que la causa dejó la justicia porteña y pasó a la Fiscalía de Mercedes, ya aparecieron al menos siete personas que optaron por declarar siempre y cuando no trascendiera su nombre. A través de estos nuevos testimonios, por ejemplo, pudo constatarse que un empresario relacionado al caso fue el que le envió a una de las víctimas y a un médico varios mensajes de textos comprometedores. Uno de ellos era: "El kilo está tres lucas". Se referiría al precio de la efedrina, precursor químico utilizado para fabricar drogas sintéticas. Los mensajes fueron enviados en octubre de 2007. La fecha coincide con la primera entrega de un cargamento negociado entre las víctimas y narcos mexicanos. Se trata de un envío de 135 kilos de efedrina que fue confirmado por un despacho de la Aduana. Esta carga fue señalada por algunos investigadores como el origen del triple crimen: es que la efedrina habría llegado rebajada con sal y no pura, como se había pautado".

Por otro lado, Miguel Angel Pierri, abogado de la familia de las víctimas, calificó de inconcebible que la concesionaria de la autopista del Oeste no haya aportado los videos de telepeaje por los que pasó la camioneta de Ferrón el día en que desaparecieron, tanto de ida como de vuelta. "Aportaron 20 videos, menos los de la cabina 7 y 11 que eran los de telepeaje (sistema que tenía Ferrón). Ahora dicen que se destruyen porque vuelven a grabar encima. El tema es que apenas se inició la causa y se los pidieron, nadie del juzgado porteño advirtió que estos videos faltaban. Es un descuido muy grande porque hubieran sido claves para saber quién manejaba la camioneta y quiénes iban. A la vuelta, sin duda, ya no manejaba Ferrón sino alguien relacionado directamente con el crimen".

7 de abril de 2009
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