"No entiendo por qué todavía la dan por muerta"
Lo aseguro Daniel Lagostena, el único imputado en la desaparición de Érica Soriano, la joven de 30 años que fue vista por última vez en 2010.
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Días atrás declaró frente al juez de Garantías de Lomas de Zamora Gabriel Vitale, y expresó: “Soy inocente y estoy viviendo una pesadilla. Los medios me condenaron y estoy preso por esa situación. No entiendo todavía por qué la dan por muerta”.
Eso ocurrió en la audiencia oral realizada en los Tribunales de Lomas de Zamora y que tuvo como finalidad que cada una de las partes exponga los fundamentos por los que creen que al imputado hay que dictarle o no la prisión preventiva.
Luego del descargo de Lagostena, la defensa reclamó su libertad, mientras que el fiscal pidió que continúe preso. El acusado, de 51 años, atacó a los medios de comunicación al afirmar que dieron por ciertas algunas supuestas pruebas que lo incriminaban y que luego se demostró que eran falsas o no tenían valor.
En ese sentido, recordó que algunos periodistas dijeron que habían encontrado restos humanos en un campo de su padre pero luego no aclararon que “estaban pintados con barniz” y eran “para estudiantes de medicina”.
Lagostena también se refirió a la sangre que apareció en una camioneta de su padre y que en realidad era “de un chancho”. Tanto el fiscal del caso, Gerardo Loureyro, como el abogado de la familia Soriano, Marcelo Mazzeo, solicitaron al juez Vitale que a Lagostena se le dicte la prisión preventiva porque existen peligro de fuga y riesgo procesal de entorpecimiento de la investigación.
“Creemos que Lagostena se fugará si lo dejan en libertad, no sólo por la expectativa de la pena que afronta sino también porque ya en una oportunidad dejó su teléfono celular arriba de un kiosco de diarios para que piensen que estaba en su casa, cuando se había fugado a Paraguay”, explicó Mazzeo.
Además, el abogado de la familia consideró que “no hay mejor prueba de que Lagostena puede entorpecer la causa que el hecho de que no sabemos todavía qué hizo con el cadáver de Erica”.
Por su parte, el defensor Gustavo Della Maggiore, planteó que su cliente debe ser liberado “por falta de mérito ya que no hay elementos de cargo suficientes.” En caso de que el juez crea que Lagostena deba quedar detenido, Della Maggiore pidió que “se le dé una alternativa a la prisión preventiva, como una libertad vigilada o una morigeración con prisión domiciliaria.”
Lagostena está detenido desde el 30 de mayo a pedido del fiscal Loureyro y por orden del juez Vitale, quien le imputó los delitos de “homicidio simple en concurso real con aborto, en el contexto de violencia familiar y contra la mujer”, pese a que el cadáver de la joven nunca apareció.
Erica Soriano fue vista por última vez el 20 de agosto de 2010, en Lanús, y la versión de su pareja es que al día siguiente ella se fue a visitar a su madre a Villa Adelina, pero nunca llegó.
En el expediente se determinó que la última señal con vida de la víctima se dio en la casa de Lagostena en Lanús, con quien mantenía una relación sentimental complicada y conflictiva, según testimonios de familiares y amigos.
30 de junio de 2012
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