Este proyecto innovador, socialmente sustentable y ecológicamente correcto, apunta a disminuir la utilización de energías renovables, buscando además producir un incremento importante de la calidad de vida y la salud de los habitantes.
Esta iniciativa nació de profesionales del Instituto de la Vivienda, con el fin de incorporar en las viviendas pautas de diseño bioclimático y pretende reducir el uso de energías convencionales para iluminación, refrigeración y calefacción, como también el impacto ambiental de la construcción en todos los procesos implicados.
Las viviendas construidas bajo estas normativas superarán los niveles permitidos en la legislación provincial y nacional en lo que respecta a importantes temas como por ejemplo, el ahorro energético.
Tapalqué es el municipio elegido, donde serán construidas las primeras viviendas de este tipo en el país, que cuenten con una certificación que permita conocer cuánta energía consumen. Pero informes realizados por organismos nacionales calculan que la reducción en el consumo del gas usado en calefacción en relación a lo que usualmente utiliza una casa convencional rondaría el 40%, a lo que también habría que sumarle el ahorro de electricidad usada para la refrigeración.
Al respecto, el titular del Instituto de la Vivienda de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Aguilera, remarcó que esta experiencia "marcará un paso fundamental en el uso racional y eficiente de la energía, para que los vecinos de la provincia tengan un mejor bienestar y será pionera para fijar estándares en la construcción futura de viviendas sociales bioclimáticas a gran escala".
Más ahorro energético con un impacto ambiental menor y una mejor calidad de vida.
La arquitectura bioclimática trabaja optimizando recursos y tanto el clima como las condiciones del entorno influyen en el diseño de la casa para conseguir eficiencia energética. Con estos parámetros, se intenta aprovechar el sol desde su ubicación y recorrido, el viento y responder a las temperaturas mínimas y máximas.
La prueba piloto se realiza en el Municipio de Tapalqué, distrito que viene apostando por la ecología, con plantas de tratamiento de residuos y proyectos de concientización en las escuelas.
Allí se construirán casas con paredes y techos aislados y carpinterías adecuadas a la propuesta. Según indicó la coordinadora del proyecto en el Instituto de la Vivienda, Andrea Lanzetti, las pautas de diseño que se incorporaron para esa zona climática son "orientación norte, ventilación cruzada, aislación térmica, iluminación natural, colector solar, sistema de acumulación de calor por muro trombe, paneles solares fotovoltaicos y un invernadero. Para lograr el correcto funcionamiento de los sistemas, los lotes tienden a ser cuadrados con un ancho mínimo que garantice la incidencia de la luz solar sobre la superficie colectora".
Las unidades habitacionales tendrán cuatro orientaciones de manzana: dos de 1 dormitorio (50 metros cuadrados), una de 2 dormitorios (63 metros cuadrados) y una de 3 dormitorios (77 metros cuadrados) en lotes que, para garantizar el asoleamiento adecuado, tienen un ancho mínimo de 17 metros y son de proporciones cuadradas, preferibles a los de proporciones rectangulares.
Etiquetado de eficiencia energética
Las viviendas serán las primeras del país que cuenten con una certificación de eficiencia energética (etiquetado energético): se va a conocer cuánta energía ahorrará cada casa, algo inédito en el país, sólo unos pocos países del mundo utilizan este procedimiento.
Tendrán con un indicador similar a las etiquetas que traen los artefactos eléctricos (por ejemplo las heladeras) donde se especifica su nivel de consumo energético.
Con los mismos costos
El proyecto piloto está financiado íntegramente por la Provincia a través del programa Solidaridad. El presupuesto para las cuatro unidades es de 606.960 pesos y suman 240 metros cuadrados a un precio de 2.529 pesos. El presupuesto final de las viviendas se ajusta a este parámetro y se establece como plazo de obra 12 meses con inicio en octubre del 2010. Estos costos son iguales a los que demanda una casa convencional financiada hoy por la Provincia.