Uno de los absueltos denunciará a Trimarco
El "Chenga" Gómez aseguró que todavía no entiende cómo estuvo metido en "todo esto". Qué dijo de la madre de Marita Verón.
Gómez llegó a juicio oral acusado de someter a la prostitución a la joven Verón, junto a su hermano Gonzalo y la madre de ambos, Irma Medina, dueña de "wiskerías" en La Rioja. En diálogo con FM Fénix, de la ciudad de La Rioja, de donde es oriundo, "Chenga" Gómez afirmó que la madre de la víctima "vendió a la sociedad una imagen" de su familia que "nada tiene que ver con la realidad" y por eso ahora quiere revertir "la condena social y política" que pesa sobre ellos.
"Todavía no entiendo cómo estuve metido en todo esto. Creo que (el martes) Dios estuvo presente y la justicia se hizo" en Tucumán, manifestó. "Fueron diez años de mucho sufrimiento, de sentir que era el peor del mundo cuando nunca lo fui. Me han embromado y han hecho lo que han querido conmigo esta señora Trimarco y su gente, sin nunca conocer en realidad quien soy" expresó.
Afirmó haber tenido "mucho miedo" y reiteró que estuvo "involucrado en una causa en la que no tenía nada que ver". "Nunca conocimos a Marita ni supimos de su existencia hasta que el caso llegó a los medios. Sabíamos que luchábamos contra un aparato muy grande, contra todo, y eran evidentes las presiones políticas antes de la sentencia", aseguró.
Gómez anticipó que el equipo de abogados de su familia, encabezados por Jorge Cáceres, "va a manejar las acciones legales contra Susana Trimarco para que las cosas no queden así". En ese sentido, acusó a la madre de Marita Verón de estar "llena de maldad".
"Es lamentable verle tanta soberbia y maldad, actuando contra personas inocentes", subrayó, a la vez que opinó que si les hubiera permitido "hablar con ella, quizás las cosas hubieran sido distintas".
A través de redes sociales, se estaba convocando a una nueva marcha para hoy en La Rioja, en rechazo del fallo que absolvió a los 13 imputados del secuestro y sometimiento a la prostitución de la joven Verón.
LA PALABRA DEL JUEZ
El juez Alberto Piedrabuena, presidente del Tribunal que el martes absolvió en Tucumán a todos los imputados en el caso, dijo que duerme "tranquilo" tras esa decisión, pero admitió estar "preocupado por las derivaciones" que trajo aparejadas.
"Sabíamos que (la decisión absolutoria) iba a tener consecuencias, porque era un fallo adverso a lo que todo el mundo pensaba, pero no de la magnitud de lo que ocurrió y de las cosas que se dijeron", afirmó.
En declaraciones a la FM Vorterix, el magistrado defendió la decisión del martes del Tribunal a su cargo, por la que quedaron en libertad las 13 personas acusadas por el delito de secuestro y sometimiento a la prostitución de Verón.
"El Tribunal dictó su sentencia conforme la convicción que le provoca las probanzas" en la causa, planteó. Un día después de que la presidenta Cristina Fernández censurara con dureza el fallo y planteara la necesidad de "democratizar" el Poder Judicial por el "divorcio" que vive respecto de las demandas sociales, Piedrabuena fue consultado sobre si duerme tranquilo.
"Si es por la decisión que tomamos en el juicio, totalmente. Pero sí (estoy) preocupado por las derivaciones que tuvo esto y que pude observar en los medios. Lo que desató es lamentable y preocupante, como para cualquier otra persona", explicó.
Tras mencionar que "las acusaciones que se hicieron (en contra del Tribunal) tendrán que canalizarse por la vía y organismos que examinan nuestra conducta, ante los cuales debemos rendir la gestión y responsabilidades", aseguró que junto a sus pares recibió un "apoyo incondicional, pero no tiene la difusión".
13 de diciembre de 2012