José Vera, abogado de la familia Prigent, informó que Bini amplió su indagatoria ante el fiscal de la causa, Cosme Iribarren, y revirtió su primera versión, en la que se había autoincriminado en el hecho. Bini afirma que Sfeir, su jefe y esposo de Prigent, lo presionó para confesar un crimen que asegura no haber cometido.
Esta nueva declaración se llevó a cabo en las Fiscalía de Tigre y duró unas cinco horas, en las que "el pai", asistido por una defensora oficial, reconoció que él compró el arma homicida y que se la entregó a Sfeir, quien por entonces era su jefe.
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Según el letrado, Bini dijo que él creía que el arma era para que su patrón asustara al supuesto amante de la víctima y señaló que se la llevó la noche del crimen, cuando también presenció una fuerte discusión de pareja.
De acuerdo a la nueva versión de Bini, al día siguiente, el 30 de diciembre, Sfeir le dijo: "Maté a esta hija de puta. Ya no me va a joder más. Ahora vos te vas a hacer cargo. Decí que la mataste vos, yo ya tengo todo arreglado, en dos meses te saco. Ya es hora de que me empieces a pagar todo lo que te vengo pagando".
Bini también dijo que Sfeir amenazó con matar a una de sus hijas si no lo obedecía, añadió el abogado Vera.
Además, "el pai" declaró que tras el crimen, el viudo le dijo que debía usar el teléfono celular de Prigent y le entregó el aparato y que como él necesitaba dinero finalmente lo vendió.
A fines de mayo, la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro confirmó la prisión preventiva para el hombre que confesó haber asesinado a la docente, crimen por el que también está detenido el viudo de la víctima.
Prigent, de 50 años, fue asesinada de dos tiros en la cabeza el día que desapareció, el 29 de diciembre último.
Tras 10 días de búsqueda, un vecino encontró su cuerpo en un descampado ubicado a la vera de la ruta 26, en la zona del Dique de Luján, en el límite entre los partidos de Tigre y Escobar.
El viudo fue detenido el 13 de enero, luego de que el fiscal Iribarren lo acusara de ser el autor del crimen.
Las cámaras de seguridad del municipio de Tigre (que lo ubican yendo al lugar del crimen), el análisis de las antenas donde fue captado su celular y algunos testigos clave, son las principales pruebas con las que el fiscal logró la detención del viudo como principal sospechoso.
El mes pasado se conoció una escucha telefónica que comprometió más en la causa Sfeir.
"Yo la mandé a matar" es la frase que se escucha desde el teléfono celular de Sfeir cuando, tres días antes de su detención, llamó a su casilla de mensajes de voz.
Para el fiscal Iribarren, se trata de un caso de violencia de género, en el que el móvil del crimen podría ser la doble vida que, según la investigación, el viudo llevaba con su reconocida amante.
11 de julio de 2012
Notas relacionadas:
Jorge Bini alegó que la mató por una discusión amorosa en Tigre.
Daniel Sfeir habría pronunciado esa frase mientras revisaba sus mensajes de voz. Por qué esa grabación no serviría como prueba.