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El imputado fue atrapado esta mañana en la óptica situada en la calle Caferatta al 539, de Rosario, donde había ingresado tras romper una reja y un vidrio, pero una alarma instalada en el edificio alertó a la Policía, que de inmediato llegó al lugar.
Cuando arribó un patrullero de la Comisaría 7ma. todavía se escuchaban sonar las alarmas del local, y una vez en su interior, los policías revisaron cada rincón del edificio, que a las 7 de la mañana permanecía a oscuras.
Con linternas en mano, los uniformados revisaron detenidamente cada sector de la óptica, hasta que uno de ellos advirtió una figura humana con anteojos que permanecía parada e inmóvil, en la vidriera del comercio, que le llamó la atención.
Los policías se acercaron, le iluminaron el rostro con las linternas y ya no tuvieron dudas de que se trataba del ladrón, que se había disfrazado de maniquí, por lo que lo detuvieron.
El comisario Guillermo Morgan comentó a la prensa rosarina que el ladrón, pensando que con su “actuación teatral” podría convencer a la policía de que se trataba de un maniquí, no respondió a ninguna de las preguntas que le hicieron los uniformados.
19 de junio de 2012