Walter Pérez protestó "a pedal" por la autopista
Los gendarmes les impidieron el paso y los obligaron a desviarse. "Pedimos un espacio para poder entrenar", dijo el ciclista a 24CON. Mirá las imágenes.
A principios de este mes, el medallista olímpico Walter Pérez, fue arrestado y golpeado por miembros de la gendarmería nacional por circular con su bicicleta en la Autopista Acceso Oeste durante un día de entrenamiento. La polémica se desató y giró entorno de los derechos de los ciclistas, quienes tienen terminantemente prohibido transitar por el costado de la autovía. Además se abrió una causa judicial a raíz de los incidentes.
Pero Pérez insistió y no dio el brazo a torcer. “Voy a volver”, había dicho a este medio la semana pasada. Y así fue, el hombre volvió pero esta vez acompañado de alrededor de 150 ciclistas más para reclamar que las autoridades de la empresa Autopistas al Sol escuchen su voz.
A eso de las 12:30, todos los aficionados se agruparon en las inmediaciones de la Avenida Vergara y la colectora del Acceso, del lado del partido de Hurlingham. Cada uno con su bicicleta, su casco y vestimenta deportiva. Había familias enteras, mujeres, y hombres de todas las edades.
“Nuestro objetivo final es que podamos tener un lugar, un espacio, en todo lo que es el Conurbano, porque en esta zona estamos en la nada. Pedimos una reunión con las autoridades de la autopista para que podamos mantener nuestro lugar de entrenamientos como lo tuvimos siempre”, dijo Walter Pérez a 24CON, minutos antes de comenzar la largada.
También está en sus planes exigir la construcción de una bicisenda, aunque, segúne el deportista, sería “pedir una infraestructura que tal vez la empresa no quiera hacer”. Si no, como alternativa reclaman que se habilite un carril exclusivo, o hasta han pensado en la posibilidad de quitar los “pianitos” (pequeños montículos) que se ubican sobre la banquina.
Asimismo intentarán que todas estas medidas, y lo dejan bien en claro, no sean tomadas en cuenta para la Autopista del Oeste, sino también para Panamericana y Richieri, las tres principales arterias del Conurbano, que acaparan el mayor caudal de tráfico diario.
Pero, de todas formas, su exposición al peligro continuaría, y eso también es una de las cuestiones a rever. Al respecto, Pérez explicó: “Hay un problema más allá de andar en una calle o no, los automovilistas en la calle tampoco nos respetan. Habría que hacer un trabajo de concientización también”.
En el medio de la concentración, que cortaba la calle, un automovilista se impuso y a cara de perro, logró pasar por entremedio de tantas ruedas y pedales. No sin antes decir muy enojado: “Ustedes cortan para salir a pasear”. Comentario que Walter devolvió con un: “Lo hago para laburar, gil”.
La situación no estaba tensa ni mucho menos. Salvo el momento en que Gastón, un joven deportista de unos 25 o 30 años, comentó furioso que había sido golpeado por un gendarme cuando estaba llegando al lugar. “Me pegó una patada”, dijo, y le hizo aún más daño en una vieja herida que ya tenía en su pierna derecha. A partir de ahí se escuchó una queja: “Hay que cortar la autopista…” Idea que no se llevó a cabo nunca, y que tampoco estaba en los planes.
En sus marcas, listos… paren
Pasadas apenas las 13, y con el documento firmado por varios de los presentes, partió la caravana. Aunque no por mucho tiempo, ya que a la altura de la calle Cipoleti, llegando al partido de Ituzaingó, unos 10 efectivos de gendarmería obstruyeron el paso de los deportistas y los obligaron a tomar por colectora. Mientas, los filmaban.
En ese momento, algunos ciclistas les propinaron una buena cantidad de insultos, y otros prefirieron intentar la negociación. Sin éxito, obvio. A los pocos minutos llegaron al peaje de Acceso Oeste, y entregaron en el lugar (una sede de Autopistas al Sol) el petitorio firmado.
La empresa recibió el documento, garantizó una respuesta, y les recomendó que dirigan un reclamo aún mayor al OCCOVI (Órgano de Control de Concesiones Viales), el organismo que controla a todas las autopistas. Uno de los referentes de los deportistas, salió y cerró la marcha. “Esta es una primera medida, vamos a seguir insistiendo. Tenemos que estar juntos y organizados para hacer valer nuestra pasión, porque sin la bicicleta no sé qué haríamos.
Luego del fugaz discurso, el pelotón de bicicletas se fue esparciendo. Y cada aficionado se disipó pedaleando por entre las calles, a puro pulmón. Salvo este cronista, que los únicos pedales que tocó fueron el embrague, el freno y el acelerador.
10 de septiembre de 2009
El video de la detención