La primera media hora de juego fue propiedad del dueño de casa. Con Guillermo Fernández en buen nivel, Boca encontró por el carril derecho los espacios para llegar al arco defendido por Nahuel Guzmán. Ellos dos, mediocampista y guardameta, fueron los mejores de cada equipo. A los 5’, tras un taco de Santiago Silva, el propio Pol tuvo la primera. Después Leandro Paredes armó una gran jugada por la izquierda, pero el centro se perdió sin peligro. A los 10’ Gabriel Heinze casi marca en contra. Tras media hora de insistir, Fernández tuvo otra luego de un centro de Clemente, pero su volea se fue por arriba.
El fútbol se ausentó en el complemento. Los dos parecían cansados y sin ideas. La tenencia de la pelota era potestad del conjunto rosarino, que de todas formas no sabía cómo inquietar a Agustín Orion. El empate se volvía demasiado real para que cualquiera de los dos pudiera cambiarlo. Como un milagro tuvo su gran posibilidad Newell’s con la definición de Fabián Muñóz, pero Franco Sosa la sacó en la línea.
La Bombonera entera pidió por Riquelme a modo de protesta. Boca tenía que ganar para ilusionarse con pelear el título hasta el final. La Lepra, lo dijo Martino, quedó a un partido de Vélez, el líder que aprovechó esta fecha para alejarse un poco más.
15 de noviembre de 2012