La confesión más inesperada de Phelps

El hombre de las 18 medallas de oro, 2 de plata y 2 de bronce en tres Juegos Olímpicos. Récord absoluto en cantidad de preseas, en total y doradas. Batió 37 marcas, seis de las cuales continúan en plena vigencia. El más grande nadador y atleta que se haya visto, al menos para las estadísticas. Nadie imaginaría que, de chico, Michael Phelps le tenía miedo al agua.

"No quería poner mi cara debajo del agua. No me gustaba la sensación", confesó  Phelps. El "Tiburón de Baltimore" explicó que su madre lo llevó a la pileta para que superara el temor y hoy vive agradecido por todo lo que logró gracias a la natación.

Hoy, al anunciar el final de su carrera a los 27 años, se propone ayudar a otros chicos a encontrar la confianza que necesitan, luchar por sus sueños y superar obstáculos.

"Todo es posible en la vida", señaló el legendario nadador. "Hay momentos en la vida en los que hay problemas, pero lo importante es creer que todo es posible", destacó.

Tras su histórico logro en Londres, el nadador se proclamó "feliz. Estoy disfrutando donde quiera que vaya", aseguró y agregó: "Ahora sólo quiero divertirme", sentenció.

En un breve repaso por su carrera, Phelps relató a la prensa que la primera medalla olímpica que ganó en Atenas no tiene comparación. "Me prometí una medalla y cuando la logré fue uno de los mejores momentos de mi vida. Pero todas las medallas han sido importantes".

También destacó que tras quedar cuarto en los 400 metros combinados, se sintió frustrado. Asimismo, elogió elogió a dos de sus rivales: el surafricano Chad le Clos (que lo venció en los 200 metros mariposa), al que dijo que irá a ver a su país; y al húngaro Laszlo Cseh, al que liquidó en los 200 metros combinados.

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