"El que mata, no tiene que morir"

A un año de su alejamiento de las canchas, salió a la calle una entrevista diferente a Martín Palermo, a manos de La Garganta Poderosa. El Titán dio su punto de vista sobre diversas problemáticas sociales, como la desaparición de Marita Verón.

En un juego gráfico, el ex goleador fue presentado en la tapa de la revista con una remera con la inscripción "Extraño a Verón…", y en el despliegue de imágenes se descubre que refiere a Marita, reclutada desde hace una década por una red de trata de mujeres, y no a Juan Sebastián, el capitán de Estudiantes de La Plata.

“Lamento mucho, de corazón, toda esta situación y que no resulten las investigaciones. Es imposible no pensar en su familia, porque imagino cómo debe sentirse estando a la deriva, por la incertidumbre de no saber dónde está”, explicó el exdelantero.

“Me preocupa mucho -agregó- la ausencia de tantas chicas desaparecidas por las redes de trata, porque cuando pasa tanto tiempo sin respuestas o sin ninguna señal, se empiezan a pensar lamentablemente las peores cosas. Y es imposible no pensar en esas familias, detrás de tanto sufrimiento y desesperación”, relató.

En relación con la inseguridad, Palermo opinó que “no hay pibes que nazcan chorros. Si llegaron a eso, por algo fue. Cuando se comete un acto delictivo, es por la necesidad, las urgencias de su vida. La clave está en no esperar que esa necesidad o esa urgencia llegue. No solo hay que hablar de la inseguridad, sino preocuparse de por qué existe”, profundizó.

Además, refutó la infeliz frase de Susana Giménez, replicada por determinado sector de la sociedad: “El que mata no tiene que morir. A veces, uno puede desearle lo peor a otra persona porque le hizo algo grave a un familiar. Pero atrás hay un ser humano que no sabés por qué llegó hasta ahí. Por eso hay que ir al trasfondo. No hay otra forma que revertir eso con educación, con la enseñanza hacia y desde los padres, en el colegio; allí debemos hacer hincapié”, insistió.

Finalmente, El optimista del gol también mostró esa cualidad respecto de la soberanía de las Islas Malvinas. "El sueño y el deseo de todos es que las Malvinas sean argentinas".

"Aunque no esté muy interiorizado en los pormenores de las negociaciones, todos seguramente estamos soñando y peleando por una misma cosa: que las Malvinas sean reconocidas como argentinas. Habrá que ver cuál es el desenlace, pero ése es mi deseo y el de tantos más", concluyó Palermo.