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Cuando juegan las creencias

Por su religión, muchos futbolistas musulmanes deben cambiar sus hábitos alimenticios.
Martes, 02 de septiembre de 2008 a las 14:05
Por Andres Randazzo
Fútbol y religión. Siempre de la mano. Los hinchas empuñan sus rosarios o cruces. Llevan sus biblias y su fe a cada estadio. Le entregan a su Dios la suerte de su equipo. "Que sea lo que Dios quiera", dicen mientras se persignan.

Por supuesto que la religión no sólo es propiedad de los fanáticos, nada de eso. Las creencias se relacionan con cada personalidad, la identifican y la forman. Empezó el Ramadán, que es el noveno mes en el calendario árabe. Durante este período, los musulmanes no pueden ni comer ni beber entre el alba y el crepúsculo (durante el día) y sólo pueden hacerlo de noche.

Por ese motivo, tres jugadores de Barcelona ya hablaron con los doctores del club y le comunicaron que, según lo dicta su religión, deberán alterar sus dietas. Ellos son Seydou Keita, Eric Abidal y Yaya Touré, quienes cambiarán el orden alimenticio con consentimiento de los médicos.

Los nutricionistas del club catalán opinan que el hecho de que adelanten la comida a primera hora de la mañana, cuando aún no ha salido el sol, o la atrasen hasta que sea de noche, no influirá en su rendimiento físico.

Comienza el mes de Ramadán, que se extiende hasta el 1 de octubre y el ayuno es obligatorio a todo musulmán adulto, sano y con juicio, bien sea hombre o mujer.

La religión y su incidencia, pintoresca, en la vida del fútbol. Bueno, en la vida misma. Las miles de creencias que viven en el mundo no dejan de asombrar (si vale la palabra) a los ajenos a ellas. A veces con el color de la pelota en el medio.