Un deporte regulado que busca la profesionalización
A pesar de la laxitud del nombre, el "Vale Todo" tiene reglas estrictas de varias artes marciales. Y hay varios intentos de profesionalizarlo.
A grandes rasgos, se pueden distinguir tres momentos de la pelea. En el combate a larga distancia, se intercambian golpes y patadas con técnicas del Muay Thai, Kick Boxing y Boxeo. Luego, se da paso al cuerpo a cuerpo, en el que se aplican técnicas de la lucha grecorromana y el wrestling. Finalmente, el combate termina en el suelo, con tomas y llaves del judo y el jiu jitsu.
La pelea puede definirse de tres maneras. Por knock out -producido por el intercambio de golpes y patadas o por heridas que no permiten continuar-, por sumisión -cuando uno de los peleadores queda inmovilizado o se rinde-, o por puntos.
En todos los casos, los encuentros se realizan sobre un ring, con árbitro, médico y jueces, y los luchadores deben tener protectores bucal e inguinal y guantes especiales.
Ambiente profesional
En el país, es difícil encontrar circuitos oficiales de "vale todo". El fomento de la profesionalización es escaso y muchos deportistas se quejan de la situación. Para cambiar esta realidad, un grupo de amigos decidió organizar campeonatos de Artes Marciales Mixtas a nivel nacional con servicios que garanticen la seguridad de sus participantes. Así nació Real Fight.
La entidad se creó en el 2006 y ya posee varios torneos en su haber. El primero fue el 29 de julio de 2007 y se llevó a cabo en Ferrocarril Oeste; los demás fueron en los gimnasios de Independiente y de Platense.
Por su parte, Gabriel Arno, presidente de la Federación Argentina de Deportes de Combate y Freestyle, que es la entidad que fiscaliza las peleas organizadas por Real Fight, sostuvo que, “en un torneo de la Federación, no puede subir cualquiera, los luchadores deben estar federados y mantener un entrenamiento regular”.
En cuanto a la convocatoria, aseguró que “es importante, porque, en general, viene a ver gente de todas las artes marciales”. Y diferenció: “A los eventos de taekwondo va la gente de taekwondo y a los de karate va la gente de karate, en cambio, acá, viene gente de todas las disciplinas”.
En cuanto a las pautas para llegar a ser profesional, Arno afirmó que “para ser un luchador de elite, hay que tener una conducta en los entrenamientos y en la vida: no trasnochar y hacer una vida sana. Es una actividad física y, para practicarla, hay que cuidarse”.
Por Guillermo Zanetto para El 1