El DT confesó que la situación acerca del delantero incidió en el clima antes del partido con Temperley.
River debutó en la Superliga con una ajustada victoria sobre Temperley. Sin embargo, tras el partido, las primeras preguntas para Marcelo Gallardo apuntaron a la situación de Lucas Alario, el delantero que podría emigrar al Bayer Leverkusen. Y el Muñecono eludió reconocer que la situación "generó un clima difícil de sobrellevar y difícil para trabajar".
"Vamos a ver cómo se resuelve. No hay nada que haya cambiado lo que se dijo hace 24 horas. No es fácil para el jugador estar en este momento, con tantas cosas que se dicen, y esperemos que pase pronto", indicó el entrenador de River en el vestuario del estadio Alfredo Martín Beranger.
"En todos estos días de lo único que se habló fue del tema Alario. Hay que pensar en el juego para llegar bien al partido.Sabemos que River exige mucho, pero el viernes sólo tuve una pregunta sobre Temperley. Claramente, cuando el foco de atención externo hace que se genere inestabilidad con lo que puede llegar a pasar, inevitablemente se siente. Tratamos de estar al margen, pero a veces es difícil", resaltó el DT.
Gallardo analizó también la actuación de su equipo: "En el primer tiempo no jugamos muy bien, pero nos fuimos al descanso uno a cero, y lo bueno que hicimos en el segundo tiempo no lo pudimos concretar. En definitiva, conseguimos un buen resultado, aunque hay muchas cosas para corregir".
La mejora de River, según su entrenador, estuvo vinculada a los ingresos de Enzo Pérez y Ariel Rojas: "No teníamos el control y nos costó gestionar el juego y con los cambios generamos situaciones de gol. No lo pudimos sostener a lo largo del segundo tiempo, pero por momentos jugamos bien", argumentó.
"Tenemos que comenzar a darles rodaje a los jugadores que llegaron y al equipo, pero lo bueno es que tenemos alternativas. Necesitamos jugar y que los jugadores sigan agarrando una buena forma", redondeó Gallardo.