Stephan White, un pibe de 12 años que hizo de alcanzapelotas en el partido de la Copa de Asia entre China y Arabia Saudí, se convirtió en un inesperado héroe para la selección china.
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En el encuentro, disputado el sábado en la ciudad australiana de Brisbane, White tuvo un papel decisivo al aconsejar al arquero chino, Wang Dalei, que se tirara a la izquierda en un penal cobrado a favor de los árabes, cuando el tanteador estaba aún a cero para ambos equipos.
Las cámaras de televisión mostraron a Wang acercándose al fondo de la red para preguntar al niño hacia qué lado pensaba que iría la pelota, lanzada por el delantero saudí Naif Hazazi, y cómo White señalaba al lado izquierdo de la portería.
Wang, que aquel día cumplía 26 años, hizo caso al niño y con ello paró el pelotazo, lo que unido a un postrero gol de los chinos, obra de Yu Hai en el minuto 81, daba a China la victoria por la mínima ante Arabia Saudí.
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13 de enero de 2015