Mirá los videos

Chanchos invaden un súper que vende comida vencida

Activistas revolvieron todo el negocio y bailaron vestidos de cerdos para advertir a la población.

Un grupo de activistas rusos se presentó en un hipermercado del distrito capitalino de Sokólniki y marchó en contra de los dueños del comercio, a quienes acusan de vender productos vencidos. Lo curioso es que, para llamar la atención, lo hicieron disfrazados de cerdos.

“Algunos en nuestro país confunden a seres humanos con chanchos. Hay negocios en donde se vende mercadería vencida. Además, nos hacen esperar en largas colas, lo que también es una porquería. Ni hablamos del montón de basura que tiran por las calles. Decidimos poner fin a esta situación”, reveló uno de los manifestantes.

“A cualquier lugar donde a la gente se le trate como a chanchos iremos nosotros, en actos que serán grabados por nuestras cámaras y mostrados a todo el mundo. ¡Si ustedes trabajan para puercos, aquí estamos!”, agregó.

El grupo se llama “Cerditos en contra” y, según recalcó su joven líder, Eugenia Smorchkova, tiene por objetivo "erradicar las porquerías de cualquier tipo" en el sentido social. También reveló que, entre sus planes, figuran actos de protesta en contra de los diplomas universitarios falsos, que aún se venden en algunos lugares de la capital, así como también pugnar por la prohibición completa de la venta de alcohol a menores, que todavía realizan varios empresarios “sin escrúpulos”.

Otro grupo que apoya a los “cerditos” es el progubernamental “Nashi” (“Nosotros”) que recientemente actuó de la misma forma en contra de los estacionamientos ilegales en Moscú, estampando calcomanías en los vehículos que violan las normas. Los que sufrieron ese ataque confesaron que quitar el sticker era “una verdadera pesadilla”, ya que poseía un adhesivo muy potente.

Un movimiento más que últimamente exacerbó los ánimos de la sociedad son unos artistas anónimos que se hacen llamar “Guerra” (“Voiná” en ruso) y que, según muchos bloggers de ese país, no siempre actúan con la intención de resolver problemas sociales, sino para atraer la atención pública sobre sí mismos y hacerse conocidos. En una ocasión, dos de ellos practicaron el sexo en frente de las cámaras de un museo y luego difundieron el video a través de Internet.

Ese mismo grupo, conocido por sus controvertidos proyectos, realizó la semana pasada en San Petersburgo su nueva acción, que fue denominada simbólicamente “Un golpe palaciego”. Los miembros se reunieron en el centro histórico de la ciudad, cerca del Castillo de Mikhailovsky, porque en aquel lugar, tras un golpe de Estado en 1801, fue ejecutado el emperador ruso Pablo I. Para bloquear a los policías que vigilaban el monumento, los activistas volcaron un patrullero con efectivos en su interior.

 

 

¿Quiere recibir notificaciones?
Suscribite a nuestras notificaciones y recibí las noticias al instante