Una de las marcas distintivas de la jornada de este miércoles fue el enorme apoyo popular primero a las huelgas y paralizaciones y luego a las manifestaciones que se desarrollaron en distintos lugares del país.
Miles de profesores participaron masivamente este miércoles y fueron protagonistas de las manifestaciones en San Pablo, Porto Alegre, Belo Horizonte y diversas ciudades del país, junto a otros sectores de trabajadores como conductores, trabajadores del subte, metalúrgicos, estatales que paralizaron sus actividades contra la reforma previsional del golpista Temer.
La jornada estuvo signada por un amplio apoyo popular a los paros y movilizaciones contra la reforma jubilatoria. Desde temprano los sectores deltransporte y la educación fueron los que encabezaron las acciones y los paros en todo el país
En San Pablo, casi 40 mil profesores estaduales se congregaban para reunirse con los profesores municipales junto a jóvenes, trabajadores metalúrgicos y estatales en un acto común junto a las concentraciones convocadas por el Frente Pueblo Sin Miedo, Brasil Popular y diversos sindicatos. Son tres manifestaciones que se reunirán en la capital paulista.
La manifestación en San Pablo ya se acercaba a finales de la tarde a 100 mil personas.
En Belo Horizonte el repudio a la reforma previsional fue masivo y contundente, casi 100 mil personas se movilizaron en la capital.
Entre ellos, profesores estaduales, municipales y de las escuelas privadas junto a trabajadores de la salud, jóvenes además de petroleros, carteros y trabajadores públicos.
En Rio de Janeiro la manifestación partió desde la Candelaria. Estudiantes y trabajadores públicos del estado y federales, profesores de la red estadual y de las escuelas privadas, junto a los trabajadores de los correos en huelga, superaban las 30 mil personas en la manifestación convocada desde la tarde.
En Porto Alegre la manifestación convocada ya a primera hora de la tarde reunía más de 10 mil personas. Otras convocatorias se dieron en Campinas, en el interior paulista, en Natal y en Rio Grande del Norte.
La fuerza de las paralizaciones y luego las manifestaciones poco promovidas por las centrales sindicales, fueron una marca de la jornada expresando el descontento y el rechazo que recorre a la clase trabajadora frente a los ataques del gobierno. Esta fuerza demuestra que es más necesario que nunca imponer a las centrales sindicales un verdadero plan de lucha para construir una huelga general, sin más demora, para derrotar los atraques de Temer, el Congreso y los capitalistas.