Macetas, canteros, jardines verticales. La Ciudad verde que promociona Horacio Rodríguez Larreta se parece cada vez más a un balcón de edificio y muchísimo menos a la de un espacio verde, con pasto, un horizonte abierto y arboledas.
Este cambio en el paisaje urbano no sólo se materializa en las enormes cantidades de suelo que se está rematando y en el avance del cemento público y privado en cualquier terreno disponible, sino en el exorbitante presupuesto que la Ciudad dedica a la compra de artículos decorativos que dejan al mundo vegetal en un lugar de mero adorno accesorio.
Todo para la Famiglia
El Ministerio de Ambiente y Espacio Público (MAyEP) tiene un presupuesto para 2019 de 39.231 millones de pesos. Esto coloca al MAyEP en el selecto grupo de ministerios (3 de 10) que tendrán crecimiento presupuestario durante este año electoral.
Sin contar el contrato de "Servicio de higiene urbana" (recolección de basura, el más grande de la Ciudad), el presupuesto para el área de Vías peatonales (veredas) es el más importante. Una sola subsecretaría y cuatro direcciones se llevan 2610 millones de pesos. Para tomar dimensión sobre lo descomunal de este gasto, basta decir que este presupuesto duplica lo que el Gobierno de la Ciudad invertirá este año en infraestructura escolar (1256 millones). Para mitigación de riesgos de infraestructura escolar, hay destinados sólo 50 millones. Evidentemente muy poco si recordamos que hace menos de una semana una escuela de Lugano se derrumbó dejando un tendal de heridos.
¿Por qué Rodríguez Larreta gasta tanta plata en veredas? La respuesta es sencilla: porque las empresas que ganan esas licitaciones son amigas del macrismo. En una investigación de Gabriela Cerruti publicada por Nuestras Voces ya se había evidenciado el vínculo entre uno de los gerentes de esa área con la familia Macri. Efraín Viejobueno, gerente operativo en el área de Vías Peatonales es además actual empleado de RRLL del Grupo Macri e hijo del vicepresidente de SOCMA. Es decir, está ubicado simultáneamente de los dos lados del mostrador en el negocio de las veredas.
Como si esto fuera poco, el Gobierno de la Ciudad firmó un millonario contrato con la empresa HYTSA estudios y proyectos S.A. para que realice durante 12 meses lainspección de obras en vías peatonales (veredas) por 38 millones de pesos. Eso no estaría mal si no existieran cinco dependencias públicas (una subsecretaría y cuatro direcciones generales) que podrían realizar esa tarea. Sin embargo, el gobierno porteño decide terciarizar la inspección de veredas transfiriendo innecesariamente fortunas a empresas privadas.
Jardines verticales y macetas de cemento
Otro de los artificios decorativos de la gestión de Larreta son los novedosos "jardines verticales", estructuras metálicas portadoras de plantas que se colocan casi sin ocupar espacio terrestre. Estos "jardines" son gestionados por la Dirección General de Espacios Verdes, que cuenta también con un presupuesto millonario para este año: 1453 millones de pesos. De esa Dirección salió también la compra de las enormes macetas que se pueden ver por todo el centro porteño, a un costo escandaloso: el Gobierno de la Ciudad pagó nada menos que 902 dólares por cada maceta, lo que al cambio de ese momento representa 15.000 pesos por cada una. A su mantenimiento le destinó 43 millones de pesos y esa licitación se encuentra abierta.
Nuevamente, para tomar dimensión de este gasto, basta compararlo con lo que el gobierno porteño destina a obras en el subte: 729 millones de pesos, es decir, la mitad.
Mientras los usuarios del subte se quejan a diario del mal servicio, la poca frecuencia y el problema de accesibilidad de las estaciones, que llegó al punto de que un juez tenga que sacar un fallo obligando al gobierno a garantizar el funcionamiento de ascensores y escaleras mecánicas, Rodríguez Larreta sigue destinando sumas millonarias a elementos decorativos y accesorios que lejos están de solucionar los problemas más importantes que tiene la Ciudad de Buenos Aires.
En síntesis, las prioridades de Rodríguez Larreta están lejos de coincidir con las demandas más urgentes de los porteños y porteñas. En una Ciudad donde crecieron la pobreza y la indigencia de manera escandalosa, donde faltan vacantes y escuelas y en la que cada vez más porteños tienen problemas para llegar a fin de mes, resulta obsceno que un Jefe de Gobierno destine esta cantidad de dinero a cuestiones accesorias que benefician únicamente a los empresarios del cemento amigos del macrismo.