Tarde pero justicia

La mató hace doce años, ayer lo declararon culpable

Gisela fue asesinada cuando salía de un boliche. Condenaron a un remisero quien estuvo preso dos años, pero era inocente. Ahora le tocó al verdadero responsable.

Gisela fue asesinada la noche del 26 de noviembre de 2000. Tenía 18 años y había salido a bailar con amigas. Su cuerpo apareció 10 días más tarde en un descampado a pocas cuadras de la comisaría 1ª de Pilar.

 

Por el crimen, un remisero pasó dos años en prisión pero resultó ser inocente. En el 2004, una mujer confesaría que en realidad su novio, Ariel Leiva, había asesinado a Gisela. “Se me metió el diablo en el cuerpo”, fue la excusa del asesino, detenido en 2004 y condenado en 2006 a 14 años de prisión por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 6 de San Isidro.
La condena quedó firme en 13 años y 6 meses, algo menos de los 14 años a los que Leiva había sido sentenciado en primera instancia, de los cuales pasó 8 años tras las rejas.


La decisión judicial fue adoptada por la sala 3 de la cámara en noviembre del año pasado, aunque recién ayer llegó a conocimiento de Aguiar. De esta manera, tal como lo anticipó, Susana Aguiar, su madre, dio por cerrado el período más oscuro de su vida: 12 años de una búsqueda incansable de justicia. Una lucha que muchas veces pareció definitivamente perdida.

 

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De todos modos, el sabor que le queda es amargo. Cuando la Cámara de Casación Penal decidió fallar, hacía ya seis meses que el homicida había recuperado su libertad.
“Gisela Vallejo, mi estrella que seguirá a mi lado siempre, mi promesa cumplida Gi, por vos, para vos. Solo busqué justicia, nunca negocié nada, fui por un camino, el más largo, el de la verdad, el que jamás olvidé”, escribió ayer tras enterarse de que, finalmente, la cámara bonaerense dejó firme la condena para el asesino de su hija.
 

12 de marzo de 2013