"Fue la consecuencia de todo lo que nos hicieron"

El primer tiempo había terminado caliente. Tal vez los roces del partido fueron demasiado para los jugadores del San Pablo. En una falta de profesionalismo, con el resultado 2-0 a su favor, las cargadas de los jugadores locales para los argentinos no tardaron en llegar, por lo que se produjeron fuertes discusiones en la entrada a los vestuarios. Una situación que muchas veces se ha visto en los estadios, pero lo que sucedió dentro de ellos, nunca se vio.

Cuando los hombres dirigidos por Néstor Gorosito iniciaban los 15 minutos de descanso, personal de seguridad del club brasileño ingresaron para amenzar y agredirlos físicamente. Tal fue la magnitud de los hechos que el volante Martín Galmarini tuvo que se cosido por un corte que recibió en su brazo.

"Fue una consecuencia de lo que nos hicieron pasar desde que llegamos a San Pablo", dijo Gorosito, quien describió todos los hechos. Con armas y apuntando a lo jugadores, los amedrentaron y le dieron culatazos a algunos de ellos, quienes mostraron las marcas de los impactos recibidos.

"No lo vi nunca. No terminó peor de suerte, porque nos apuntaron con las armas y podrían haberse escapado un tiro", explicó Jorge Borrelli, ayudante de campo de Pipo