Con el gol que le hizo al Villarreal, la Pulga llegó a los 525 gritos en la Liga española e igualó una marca histórica.
Cuando Gerd Müller se retiró, en 1982, sus números parecían inalcanzables. En aquel entonces no había (ni hubo) un delantero igual al Bombardero alemán. Hasta que apareció, claro, Lionel Messi. Un Messi que sigue haciendo historia. Y que 35 años después alcanzó un récord que ostentaba el bueno de Gerd. ¿Cuál? Convertir 525 goles con un solo equipo de las cinco grandes ligas europeas: España, Italia, Alemania, Francia e Inglaterra.
El equipo en cuestión, lógico, es el Barcelona. Y fueron los propios catalanes, desde su cuenta oficial de Twitter, los que celebraron la nueva marca de la Pulga. Y los que, así, le pusieron un broche de oro a un domingo especial. Es que el Barsa ganó un partido muy complicado ante el Villarreal. Y lo hizo gracias a un gol de papi fútbol de Luis Suárez (a un toque, dejando despatarrado al arquero). Y al del argentino, quien aprovechó una mala salida de la defensa local para fusilar al Asenjo.
El equipo en cuestión, lógico, es el Barcelona. Y fueron los propios catalanes, desde su cuenta oficial de Twitter, los que celebraron la nueva marca de la Pulga. Y los que, así, le pusieron un broche de oro a un domingo especial. Es que el Barsa ganó un partido muy complicado ante el Villarreal. Y lo hizo gracias a un gol de papi fútbol de Luis Suárez (a un toque, dejando despatarrado al arquero). Y al del argentino, quien aprovechó una mala salida de la defensa local para fusilar al Asenjo.
¿Más? Sí, con Messi siempre hay más. Y se trata de que la de este domingo fue su victoria número 300 en la Liga Española en 397 partidos. Lo que quiere decir que apenas 97 veces no se fue con los tres puntos del campo de juego.
Müller marcó una época y también fue un fuera de serie (AP).
Los hinchas del Bayern Munich, el equipo en el que Müller había gritado sus 525 goles, seguramente están tristes. Saben, intuyen o están convencidos de que Messi no tardará demasiado en convertir otra vez y, así, quedarse con el récord para él solo.