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Una de las semifinales de la Champions League asiática casi termina en tragedia. Ocurrió cuando el jugador Adel Kolahkaj confundió un proyectil explosivo con una piedra y casi pierde una mano.
El encuentro lo disputaban el club iraní y local Sepahan FC frente al Al Ahli SC de Arabia Saudita. En pleno cotejo, una bomba arrojada desde una de las tribunas cayó al campo de juego.
Kolahkaj creyó que se trataba de una piedra, como suele suceder en todos los partidos de fútbol, pero no. Era una bomba de estruendo. Por suerte el volante notó la diferencia justo a tiempo y soltó el elemento a segundos de que estallara.
21 de septiembre de 2012
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