Escuela "heavy" en Ensenada

No dan clases porque le tienen miedo a sus alumnos

Los docentes están de licencia luego de una golpiza de parte de los adolescentes. "Acá hay muchos problemas con la droga", dicen las madres

Hace una semana que la Escuela Secundaria Nº 3 de Ensenada no dicta clases porque los docentes temen sufrir ataques de los alumnos, como el ocurrido el jueves de la semana pasada, cuando tres estudiantes golpearon salvajemente a dos profesores y un preceptor.

En el establecimiento, ubicado en la calle 123 y diagonal 74, varios resolvieron pedir licencia por los episodios violentos. A los tres agredidos se sumaron, además, otro docente y otro preceptor, que no están concurriendo a trabajar. Si bien las autoridades planeaban reanudar la actividad normalmente el miércoles, esto no sucedió.


“La gran cantidad de horas que cubrían esos profesores terminó resintiendo fuertemente el dictado de clases, más aún teniendo en cuenta que la matrícula del ciclo básico es de sólo 90 alumnos, que se reparten en un primer año, dos segundos y un tercero”, señalaron fuentes de la escuela, consultadas por el diario El Día de La Plata. Mientras tanto, la directora se niega a dar explicaciones.


Aunque actualmente se lograron cubrir las horas vacantes de Lengua, Construcción de la Ciudadanía y las dos preceptorías para ese ciclo, aún se encuentran sin docentes las áreas de Ciencias Naturales y de Ciencias Sociales. Por eso, al llegar con sus hijos por la mañana a la puerta del colegio, las madres volvieron a recibir la noticia de que “no había nadie”.


“Lamentablemente, venir acá y ver a los chicos drogándose antes de entrar a la escuela es algo de todos los días”,  aseguró Silvina Di Baja, integrante de la cooperadora de la institución a la que concurre su hijo (que va a Primer Año), y que además maneja un comedor comunitario a pocas cuadras de allí. 

Sucede que la escuela está situada a metros de la autopista Buenos Aires-La Plata, en una zona “muy difícil, que está inserta en un ámbito de altísima complejidad social”. La mayoría de los alumnos proviene de los barrios emplazados del otro lado de la autovía.


“Aquí hay muchos problemas con la droga, y los padres no sabemos qué hacer. No nos quedamos tranquilos cuando nuestros hijos vienen a clases, ni siquiera hay control policial. Esto no puede seguir funcionando así”, explicó Di Baja.


Otras madres de estudiantes contaron que el principal agresor de los profesores y el preceptor estaba “totalmente descontrolado” al momento del ataque y no se descarta que estuviera bajo los efectos de alguna sustancia. “Mientras sus dos compañeros se calmaron y los docentes pararon la pelea, este chico, que no tiene más de 14 ó 15 años, se fue con su madre a la casa y volvió con cuchillo”, afirmaron.


“Tiene problemas desde que estaba en la primaria. Muchas veces, la madre tenía que venirlo a buscar antes de hora, porque las maestras no podían controlarlo”, agregó Di Baja. El día del violento episodio, esa mujer pidió ayuda a los directivos del colegio, a quienes les confesó que ya no sabía “qué hacer”.


La pelea se dio frente al comedor, cuando los alumnos estaban almorzando junto a los nenes pequeños de la escuela 16, que comparte este espacio con la 3. “Las chicas de la cocina contaron que fue desesperante”, dice la madre consultada.


Ahora, piden que pongan custodia policial en el edificio y están desconcertados, porque no saben cuándo volverán las clases. Por el momento, hay cursos que no concurren a las aulas y otros que deben ingresar más tarde, porque no hay quien dicte las materias de las primeras horas. 

 

16 de agosto de 2012

 

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