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Insólito: si mató a toda su familia pero es buen vecino, puede seguir libre

En un fallo que la familia de las víctimas consideran "inentendible", el asesino sentenciado a perpetua puede esperar en libertad que el fallo quede firme. Los insólitos argumentos del tribunal.
Martes, 13 de marzo de 2012 a las 20:38
Por María Clara Arias

El pasado lunes 12 de marzo, el estadounidense Antonio Orlando Cajal fue condenado a reclusión perpetua por el triple crimen de su mujer embarazada y de sus dos hijos. Sin embargo, el tribunal Oral Criminal (TOC) 4 de Morón dictaminó que el acusado continúe en libertad hasta que el fallo quede firme.

La familia de las víctimas- Lilian Fuño Rodríguez (26), Brian (6) y Rocío (4)- que se encuentra “tratando de entender lo inentendible”, presentará la apelación para que Cajal espere en la cárcel que la sentencia quede firme.


Cajal asesinó a sus víctimas (su familia) con un martillo de albañilería, los tomó a todos "por sorpresa" y a todos les aplicó múltiples golpes en la cabeza y en el cuerpo, provocando la muerte en forma instantánea.

Para los integrantes del Tribunal, conformado por los jueces Carlos Torti , Rodolfo Castañares y Pedro Rodríguez, el móvil del triple crimen fueron los celos que Cajal sintió al enterarse que su pareja tenía una relación con otro hombre, por lo que sospechaba que el hijo que ella esperaba no era suyo.

El acusado estuvo preso hasta septiembre de 2010, cuando la Cámara de Apelaciones de Morón le concedió la libertad, situación en la que llegó a juicio oral.


“La sensación es ambigua, por un lado estamos conformes porque lo encuentran responsable y lo condenan a perpetua, y por otro lado sigue caminando por la calle”, expresó a 24CON el abogado querellante, Miguel Racanelli.

Además, Rancanelli explicó: “Voy a apelar el punto 2 del fallo, que dice que el individuo puede seguir deambulando entre la gente honesta, es el que lo habilita a seguir en libertad, porque entendemos que tiene que estar detenido cumpliendo la condena”.

El motivo que dio el tribunal acerca de la “no detención” de Cajal, es que consideran que “no existe peligro de fuga o de entorpecimiento del proceso judicial”. Pero sí determinó que por su calidad de extranjero, el acusado no puede salir del país. Por otro lado, los jueces tomaron como atenuante que Cajal no tuviera antecedentes penales y un “buen concepto vecinal”.

Sin embargo, el abogado querellante señaló como agravante “la pluralidad de víctimas, circunstancia reveladora de una mayor determinación criminal", como así también "la calidad de las víctimas, toda vez que se trataba de dos niños de corta edad y de una mujer en estado avanzado de gravidez que, por estas mismas circunstancias, estaban en menos condiciones de defenderse".

“Tenemos hasta el martes para presentar en Morón el recurso de apelación. Creo que también la fiscalía nos va a acompañar”, destacó Rancanelli.

Libres, con cadena perpetua

No es el primer caso en el que se condena a una persona a reclusión perpetua pero continúa en libertad hasta que quede firme el fallo. Sin ir más lejos, el pasado 8 de septiembre se dictó la pena máxima a los hermanos Alan y William Schlenker, y a otros tres imputados por el homicidio de Gonzalo Acro en el año 2007, pero continuaron libres.

En esa oportunidad, la Justicia condenó a prisión perpetua a Pablo "Cucaracha" Girón, Ariel "Colo" Luna, Rubén "Oveja" Pintos, Alan Schlenker y William Schlenker, mientras que Martín "Pluto" Lococo fue condenado a diez años de prisión. Y los jueces dispusieron que Lococo y los hermanos Schlenker permanezcan en libertad hasta que quede firme la sentencia.

A través de esta medida, los Schlenker y Lococo no pueden salir del país, entregaron el pasaporte, debieron fijar domicilio real y no ausentarse de él por más de 24 horas sin autorización correspondiente y presentarse del 1 al 5 de cada mes ante la secretaría del tribunal, hasta que “termine la etapa recursiva, que se estimó en cuatro o cinco años”, según detalló el abogado de la familia Acro, Anibal Mathis.

Si bien la familia Acro, en su momento, aseguró que “se hizo justicia”, el padre de la víctima, Alberto, expresó: “Tengo temor por mi familia”. Ese mismo miedo es el que hoy está sufriendo la familia Fuño Rodríguez, quienes todavía se encuentran “tratando de entender lo inentendible”.

 

14 de marzo de 2012