El caso de Carla Figueroa (NdeR: la chica que fue violada por el entonces padre de su hijo, lo perdonó, se casó para sacarlo de prisión y él luego la mató) es un tema que estremece a la sociedad argentina. Ahora, la suegra de Carla dio detalles macabros sobre la muerte de la chica.
"Pobrecita, no la pude salvar. Yo pensé que mi hijo me iba a matar a mí y a mi nieto, también", relató Rosana Liz de Tomaselli, madre de Marcelo Tomaselli (26). En declaraciones a radio Mitre, la mujer contó que la madrugada del sábado ella regresó a su casa a la 1.30 tras una cena y que Carla y Marcelo estaban acostados en la habitación con el nene de tres años.
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"Me quedé dormida, me despierta el llanto desgarrador del nene, pensé que se había caído de la cama. Yo empiezo a golpear la puerta y no me abrían, sentía como una saña, que estaba haciendo algo, pero no sabía qué, a ella no la escuché", recordó la mujer entre lágrimas.
"Yo pateé la puerta, me desgarré las dos caderas de tanto patear... me abre la puerta, sin prender la luz veo a Carla paradita, que me tiraba los brazos y él la seguía apuñalando. Él me abre los brazos llenos de sangre, la volvió a acomodar en el piso y le seguía dando", afirmó la madre de Tomaselli totalmente quebrada.
Dijo que alzó a su nieto y se fue a la cocina porque pensó que su hijo los iba a matar a los dos y que mientras ella llamaba a la Policía, él salió de la habitación y le gritó: "Ya está, ya la maté".
"Yo lo insultaba y me dice: 'Vieja, vení, dame un beso', y le chorreaba sangre por todos lados y yo le dije, 'Dejame hijo de puta, no me toques'", añadió la mujer. Aseguró que después "él salió cantando de la pieza con el nene a upa" y gritaba: "Mi corazón está liberado" y seguía cantando como si estuviera "loco, transformado".
La mujer aseguró que "hubiera preferido que se mate él también. Prefería llorarlo en una tumba y no así" y recordó que al llegar la Policía a su casa, le pidió que le diera un arma para matarlo.
La mujer evitó criticar a los jueces que liberaron a su hijo y enfatizó que su abogado, Armando Agüero, hizo todo lo que Carla le pedía. "Mi abogado le decía: '¿Carla estás segura?' 'Sí, quiero el avenimiento, quiero casarme', le decía ella. Nadie la obligó", destacó la mujer.
Por último, afirmó que nunca pensó que su hijo iba a matar a su esposa porque "estaba feliz" de que ella le hubiera dado un hogar para vivir y, como antecedente, además de la violación, dijo que él se había querido suicidar a los 17 años con pastillas.
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Dictaron la prisión preventiva para el hombre que había violado a su novia y luego la apuñaló.
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