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"Me impresiona la cantidad de tetas que tenés", le dijo el mendocino Juan Manuel mientras veía cómo su compañera intentaba acomodarse. Pero no quedó ahí, ya que estiró el brazo y, ni lerdo ni perezoso, y testeó con sus propias manos el tamaño de la voluptuosa morocha.
Ella no tuvo problemas con su compañero "toquetón", pero cuando otro de "hermanitos" quiso hacer lo mismo, con una sonrisa se negó: "¡Ay! A vos no".
10 de diciembre de 2011