Sosa se mantuvo prófugo hasta el domingo por la noche, cuando se accidentó en su moto y tuvo que ir al hospital Paroissien, de La Matanza. “Allí empezó a hacer disturbios para que lo atendieran y llamó la atención de los policías, que lo reconocieron y lo detuvieron. Rápidamente lo pusieron a disposición del fiscal y pasó la noche en la comisaría. Al otro día lo llevaron a los tribunales de Morón para que se le notificara la sentencia”, le contó a 24CON Karina Guinch, hermana de la víctima. Luego, se dispuso el traslado de Sosa al penal Nº47 de San Martín.
| Sosa, el detenido. |
“Ahora tenemos que esperar el cambio de jueza (Schifieli no puede intervenir en ambas causas) para que se juzgue a Giménez, quien estaba con Sosa el día del asesino y todavía continúa libre”, agregó Karina.
Gustavo Guinch fue asesinado de siete balazos por la espalda. Los dos sospechosos pasaron casi un año detenidos sin sentencia, durante ese tiempo la familia del heladero recibió numerosas amenazas por parte de conocidos de los detenidos. “Les vamos a quemar la heladería por el año que se comieron adentro los pibes”, fue una de las advertencias telefónicas. Hoy, un año después de esas amenazas, uno de los asesinos está tras las rejas.
7 de diciembre de 2011