Denuncian que balearon el búnker de Luis Vivona
"También rompieron todos los autos que estaban en la vereda", relataron testigos a 24CON.
Militantes del Frente para la Victoria de Malvinas Argentinas denunciaron este miércoles que fueron agredidos salvajemente por patotas de Jesús Cariglino, intendente del distrito. “Fue un día negro. Es habitual que ocurran hechos de violencia por parte de esta gente, pero lo de hoy fue terrible”, contó a 24CON una fuente cercana al FpV de Malvinas.
Desde la apretada elección que disputaron Luis Vivona y el mencionado Cariglino en las recientes PASO, el clima en Malvinas se tornó muy tenso. Ante la consulta de cómo advirtieron que eran hombres de Cariglino, la misma fuente explicó: “Los mismos grupos que hacen pintadas y ponen afiches de Cariglino, cuando tienen un ratito libre golpean a algún militante de Vivona que está repartiendo volantes”, contó y agregó: “Lamentablemente, para nosotros ya es normal vivir este tipo de situaciones”.
En este caso en particular, los denunciantes aseguran que una patota de diez personas atacó a militantes del FpV que repartían volantes con “palos con punta, piedras y las mismas brochas que usan para pintar”, provocándoles múltiples heridas leves como “golpes, cortes, contusiones” y una “fractura en un brazo” a uno de ellos. Luego de recibir la golpiza, los militantes fueron a refugiarse al búnker que el FpV de Malvinas tiene en la calle Eva Perón, a unas diez cuadras de la estación de Villa de Mayo. Pero la cuestión no terminó ahí.
Según Marta, militante de unos cincuenta años que se encontraba en el mencionado búnker del FpV, alrededor de las 16 horas los mismos agresores, acompañados por otros tantos, se presentaron en el lugar. “Cinco llegaron en un Renault 12 gris y otros diez en una camioneta blanca. Se pusieron a insultar y golpear el portón”, contó Marta y agregó: “También rompieron todos los autos que estaban en la vereda”, relató.
En ese instante, otros militantes del FpV llegaron al lugar y comenzó la batalla. Durante la misma, “sacaron armas de fuego y dispararon. Parece que las armas estaban en el Renault 12. Por suerte no le pegaron a nadie. Fue terrible”. Otro militante contó a este medio que los agresores también quisieron ingresar al búnker, pero pudieron impedirlo. “Si entraban, era un desastre”, graficó.
Finalmente, la patota decidió irse. Minutos después llegó al lugar un patrullero, pero luego de recibir una llamada, “llamativamente, se fueron”, relató el militante y contó: “Ahora estamos esperando el caer de la noche. Nos dijeron que están a dos cuadras pasando las armas a otro auto. No lo sabemos, pero es posible que vuelvan”, se preocupó.