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“En algunos casos, vieron a mi padre en el cerro de Salta, cuando la Virgen desciende. Siempre lo ven de la misma manera: rodeado de una luz intensa y muy sonriente", agregó. Uno de los relatos tiene que ver con un milagro que habría hecho Sueiro poco tiempo después de morir. El protagonista de esta historia estaba en terapia intensiva, al borde de la muerte, "y le rezó a mi viejo para que interceda ante Dios. No sólo se salvó, sino que además elevó el caso al Vaticano para que Víctor sea beatificado”, contó la mujer.
Sin embargo, Rocío confesó que este tipo de historias la afectan demasiado. Se siente aferrada a la ausencia de su padre y, por eso, evita enterarse de estos relatos. “La realidad es que siento bronca y hasta envidia cuando la gente me cuenta que vio a mi viejo. ¡A mí me gustaría verlo, que me dé una señal!”, manifestó la joven periodista, que sigue los pasos de su padre.
“Hay ciertos mensajes que recibo de todas formas: escuchar una canción que me unía mucho a él, justo en el momento en que lo necesito, o descubrirlo en el gesto de otra persona... Yo sé que está conmigo, pero aún así me gustaría mirarlo una vez más a esos ojos claros inigualables”, aclaró la joven.
Por lo pronto, sigue buscando explicaciones: “Mucha gente me dijo que tiene mensajes de él para transmitirme, pero no los quise escuchar. Me dicen que se aparece, que lo ven al final del túnel... ¡Parece una locura, están hablando de mi padre, no de San Expedito! Pero yo les creo, porque papá siempre estuvo para la gente. Quizá ellos lo puedan ver porque lo necesitan más que yo. Mientras tanto... lo sigo esperando”, finalizó.