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Denuncian que 13 bebés murieron por mala praxis en una clínica de San Martín

Jueves, 01 de septiembre de 2016 a las 09:53

 Una mamá publicó su historia en Facebook y recibió varios contactos de otras mujeres a las que les pasó lo mismo. Todos los casos ocurrieron en el sanatorio Corporación Médica. Denuncia penal y marcha hasta la clínica para pedir Justicia.

Micaela Domínguez tiene 20 años. El 13 de junio su bebé, Ciro Benjamín, murió en su panza, mientras esperaba que le hicieran una cesárea -que debió ser de urgencia- en la clínica Corporación Médica de San Martín. La tuvieron varias horas con el bebé sin vida en la panza, mientras ella tenía una fuerte hemorragia producto de un desprendimiento de la placenta. Mientras estaba casi desvanecida, la hicieron firmar un papel para hacerle la autopsia, donde decía que desvinculaba a los médicos de lo ocurrido. Ella terminó internada en terapia intensiva y casi pierde el útero. Una semana después todavía no le habían devuelto el cuerpo de Ciro. Se lo entregaron recién después de un allanamiento que dispuso la UFI 4 de ese distrito, el 24 de junio, tras haber radicado la denuncia. Es apenas la primera de las historias que relata la investigación realizada por El Argentino Zona Norte.

“Ni siquiera sé si es el cuerpo de Ciro, la autopsia determinó que era un cuerpito de 33 semanas que había muerto entre 18 y 24 horas antes, con un peso de 2,100 kg. Ciro tenía 1,4500 kg, es mucha la diferencia”, relata Micaela a El Argentino ZN. Y cuenta que en el allanamiento recién pudo obtener la historia clínica, en la que no hay ningún detalle de su embarazo. “Borraron todo, no están ni los dos eco doppler que me hicieron, ni las ecografías, ni el nombre de mi obstetra ni el de ninguno de los demás médicos que me atendieron cuando él no estaba. El último dato registrado es del 26 de diciembre de 2015”, agrega. Micaela tenía la presión baja, pero los médicos que la atendieron ese día -no su obstetra que llegó días después- le habían dicho que estaba todo bien, demoraron horas en hacerle el monitoreo, le dieron de comer un alfajor cuando vieron que las pulsaciones del niño eran bajas y demoraron casi un día en hacerle la cesárea, mientras ella sangraba y su bebé dejaba de moverse.

La joven, que esperaba su primer hijo, decidió armar una página de Facebook para contar su terrible historia: “Justicia por Ciro”. Su sorpresa fue mayúscula cuando empezó a recibir varios mensajes de jóvenes que también habían perdido a sus bebés este año, en la misma clínica, con historias y relatos muy parecidas. Hoy son 13 los casos de mamás que llegaron a contactarse por internet, ocho de ellas ocurrieron este año e hicieron la denuncia en la Justicia. Esta tarde, a las 17.30, convocan a una marcha que partirá de Pueyrredón y Ruta 8 y que se dirigirá a la clínica, ubicada en Matheu 4071.

Historias que erizan la piel

El caso de Micaela es el primero en conocerse públicamente pero no en iniciar una denuncia penal. Marcia Novillo todavía no sabe de qué murió su beba, Luna, que nació con vida en un parto natural sin complicaciones en la misma clínicadonde nació Ciro Benjamín, pero el viernes 18 de marzo. Estaba de 39 semanas de gestación y la beba tenía 3,225 kg y estaba saludable. Cuatro días después, murió en Neonatología por un presunto “paro cardiorespiratorio”, según le informaron los médicos por teléfono, a pesar de que ella estaba internada en el mismo sanatorio. También le hicieron firmar la autopsia en medio de su estado de shock, con la beba fallecida en brazos. Tampoco le informaron cuándo iban a devolverle el cuerpo a pesar de que preguntaba todos los días. También lo recuperó después de un allanamiento, a pedido de la misma Fiscalía Federal, la N° 4 de San Martín, donde decidió radicar la denuncia el lunes 28 de marzo.

“Entregaron el cuerpo vacío, relleno con algodón, y los órganos en frascos con formol”, relata Marcia a este diario. Y cuenta que en la autopsia del Cuerpo Médico Forense no pudieron determinar las causas de su muerte, por lo que fue enviado para su estudio a La Plata. “Recién en noviembre podría tener novedades”, agrega. Y dice que acaban de mandar a hacer un ADN para comprobar que efectivamente se trata de Luna. “Después de todo este manoseo, ni siquiera sé si es mi hija. Tengo copias de las historias clínicas dibujadas, análisis de sangre truchos”, dice la mujer de 32 años.

Hace un mes, Marcia vio que un conocido había compartido en facebook la historia de Micaela. La contactó. Y se sumó al pedido de justicia colectivo.

Yésica Acuña, de 27 años, perdió a su bebé Tiziano en abril pasado. La misma clínica. El mismo obstetra que el de Micaela. Y un relato similar. “El viernes 23 de abril tuve mi último turno con el obstetra, le conté que estaba con muchos dolores, le llevé la última ecografía que decía que estaba de 38 semanas y dos días, pero él me dijo que no, que estaba de 37, y me dio turno para el miércoles de la semana siguiente para programarme una cesárea. Nunca entendí por qué”, relata la joven.

Y cuenta que al día siguiente, a las 23.30, rompió bolsa. “Estuve una hora y cuarto en una camilla sin que nadie me atienda. Después de que mi mamá fuera a quejarse, vino una médica a hacerme un monitoreo. Todo marchaba perfecto, hasta que la médica, sin mirar mi historia clínica donde indica que soy alérgica a la penicilina y sus derivados, me aplicó ampicilina 2 gr. Entré en shock, me atacó los bronquios, no podía respirar. Casi desvanecida y con oxígeno, me llevaron de urgencia al quirófano. Lo único que le dijeron a mi familia es que no se escuchaban los latidos del bebé”, relata a El Argentino ZN. Y se quiebra.

Sin que le hiciera efecto la anestesia, comenzaron la cesárea. “Grité del dolor, como podía, porque no podía ni respirar”, cuenta. Yésica estuvo un día y medio en terapia intensiva sin tener noticias de su bebé. “Después supe que estaba en Neo, que lo habían reanimado al nacer, que estaba con respirador artificial y que tenía sondas para hacer pis. Cuatro días después me dijeron que tenía muerte cerebral. Nueve días después me dijeron que murió. El papel de su defunción dice que por un fallo multiorgánico. La historia clínica dice que fue porque tenía una doble circular del cordón en el cuello. Pero no tiene una sola marca”, asegura.

Yésica también conoció el caso de Micaela por el Facebook y se sumó a la misma lucha. Como las mamás de Ciro Gabriel, de las gemelas Amparo y Joaquina, de Bianca, de Ciro Ceijas, de Zoe, de Luciano, de Catalina, de Manu y de Eitan. Todos bebés que murieron este año en la misma Corporación Médica de San Martín y, según las denuncias, por las mismas razones: mala praxis. Sus familiares, amigos y organizaciones sociales y feministas marcharán hoy, por segunda vez en un mes, para pedir Justicia.

Violencia obstétrica, mala praxis y violencia de género

Consultada por El Argentino ZN, Laurana Malacalza, titular del Observatorio de Violencia de Género (OVG) de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, contó que en lo que va del año recibieron por lo menos 20 denuncias de violencia obstétrica, pero que en realidad, varios de esos casos constituyen el delito de mala praxis. Es decir: denuncias por lesiones, delitos contra la vida y homicidios.

“La violencia obstétrica rodea esas acciones delictivas. El año pasado recibimos 45 quejas por violencia obstétrica en la OVG, este año recibimos alrededor de 20. Estamos tratando que el Ministerio de Salud provincial tome estos casos, porque entendemos que el Estado tiene que estar monitoreando y sancionar a obras sociales y clínicas que no están cumpliento con la ley de Parto Humanizado (25.929, reglamentada el año pasado) o son denunciadas por violencia obstétrica”, señala.

Y agrega: “Cada vez que recibimos quejas por este tipo de violencia, que se enmarca dentro de la violencia de género, también remitimos esas quejas a los colegios médicos de los distritos de donde provienen las denuncias. Hasta ahora nunca tuvimos respuesta alguna de ninguno de ellos, y las clínicas denunciadas siempre responden desconocer los casos de violencia obstétrica”. Por eso, dice, es importante la intervención de políticas públicas que prevengan, monitoreen y sancionen estos casos.

A la violencia obstétrica “se la define como aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929”, señala el informe 2015 sobre monitoreo de políticas públicas y violencia de género de la OVG. Y agrega:“El momento en que se puede padecer violencia obstétrica es durante el embarazo, el parto o el puerperio. Cabe destacar que sólo los efectores de salud son quienes pueden cometer esta forma de violencia. Como OVG entendemos a la violencia obstétrica como el resultado de un entramado multifactorial en el cual confluyen la violencia institucional y la violencia de género”.


Fuente: El Argentino ZN e Infonews