¿Cuál fue el plan oculto que intentó dividir dos distritos con un muro?
Funcionarios de zona norte analizaron para 24CON la polémica estrategia de Gustavo Posse. Operaciones de prensa y duras internas.
La noticia causó la efervescencia en Villa Jardín. Es más, la bronca no tardó en estallar y se convirtió rápidamente en la furia de un grupo de vecinos que, cual soldados medievales, intentaron derribar un muro. Sí, parte de una muralla de más de dos cuadras se había construido para ese 8 de abril de 2009 sobre la calle Uruguay.
Fue en la frontera entre San Fernando y San Isidro, en una zona claramente antagónica donde se asienta de un lado el humilde barrio Villa Jardín, y del otro La Horqueta, popular por su gran poder adquisitivo.
La idea se había gestado en los días previos bajo las órdenes del jefe comunal de San Isidro, Gustavo Posse. ¿La consigna? “Si nadie hace nada, lo hacemos nosotros”. Así lo había confirmado en referencia a los hechos de inseguridad que afectaban la región. Pero todo se le fue de las manos. Tiempo después, algunos dirían que ese fue el efecto buscado: Por la tarde, la situación se desbordó y se convertía en la noticia nacional del día, sobre todo por los incidentes con la policía que se produjeron en el lugar.
A dos años de la polémica, tanto la oposición como el oficialismo de ambos municipios analizaron la situación en frío. Así, se desenmascaran hoy algunas estrategias y suposiciones ocultas, atravesadas por internas políticas calientes, deseos controversiales de aislamiento y sobre todo, estrategias de prensa un tanto "sucias".
Algunos se mostraron a favor y hasta entendieron la decisión del intendente radical. Tal es el caso de la concejal del bloque Vecinalista de San Fernando, Susana Villar, quien expresó a 24CON: “Comprendo la situación, pero no la justifico. Aunque de alguna manera no estoy en una posición muy contraria a la de Posse, porque se trata de un barrio emblemático”.
A la vez, agregó: “Pero no es una solución un muro, porque complica la salida y entrada de los efectivos para controlar la zona. Me pareció una situación no feliz. Creo que fue un momento que no vio las consecuencias, a veces a uno se le escapa el ‘vizcachazo’. Es decir, fue una reacción espasmódica”.
Su par en el recinto, pero representante del bloque PRO, Santiago Aparicio, fue más allá y remarcó “la falta de comunicación en las autoridades de la región metropolitana Norte”. Además, puso en boga una posible “campaña de prensa”: “Hay que entender que era un año electoral, y que se quería dar un golpe de efecto en la sociedad. Con eso a Posse lo conoció todo el país, hay que poder estudiar en profundidad si no quería estar en boca de todos”.
Su teoría también se debe a raíz de varios rumores que por ese entonces señalaban al intendente como futuro candidato a la gobernación provincial, por lo que necesitaba dar “un batacazo” contra Daniel Scioli. O la hipótesis de que debía “despegarse” del gobierno oficialista, para marcar su propio territorio en la UCR. O, hilando aún más fino, que debía llamar la atención de sus "jefes".
Mismo a esto se le había sumado en octubre de 2008 su insistente pedido de “mano dura” tras la muerte del ingeniero Ricardo Barrenechea en un intento de robo. Como si fuera poco, a los pocos meses otro caso resonante colmó las planas televisivas y avivó el fuego: el asesinato del oficial Aldo Garrido en la tarde del 17 de febrero, mientras cumplía sus funciones en pleno centro comercial. Sin dudas, el municipio estaba caldeado y la figura de Posse comenzaba a hacerse cada vez más visible.
Luego de la puja de municipios, según fuentes allegadas al jefe comunal de San Fernando, Osvaldo Amieiro, el diálogo entre ambos intendentes actualmente es fluido. Las asperezas por el muro se limaron. “Creemos que fue una medida desacertada de Gustavo, pero hoy por hoy la relación es buena”, dijeron a este medio.
En San Isidro, los sectores políticos también ampliaron el debate. Por su parte, el presidente del Concejo y hombre clave del possismo, Carlos Castellano, pormenorizó el asunto: “La muralla lo que hacía era generar una colectora de ingreso a un barrio nuestro. Desde Villa Jardín hubo una mala interpretación, porque urbanísticamente era una especie de colector”, remarcó.
Así y todo, no escatimó en acusaciones contra sus superiores y dio un revés de las posibles campañas mediáticas: “Eso fue una operación de prensa del gobierno provincial, hoy ya es un tema superado. Vamos a trabajar en zonas menos conflictivas, porque hay lugares donde lo seguimos haciendo”.
Por el contrario, desde la oposición, el concejal vecinalista Pablo Chamatrópulos acusó a Posse de ser un dirigente “aislado que quiere aislarse de la comunidad”. A lo que sentenció: “la sociedad ha señalado que el muro no es el camino correcto”.
En tanto, desde la mayoría de los arcos partidarios del ámbito nacional y provincial manifestaron su rechazo al suceso, tildándolo a su vez de "discriminatorio". Hasta la presidenta Cristina Kirchner se mostró sorprendida: "El muro es una involución. Estoy asombrada, son medidas separatistas. En lugar de separar hay que construir".
Hoy, luego de dos años, la calle Uruguay está despejada de murallas, “colectoras”, vallas, o como prefieran llamarlo desde cada costado político. Hoy, también, La Horqueta y Villa Jardín todavía representan la riqueza y la pobreza, mientras en la zona norte se relucen las intenciones electorales de cada intendente… Aunque Posse, hasta el momento, no mostró su deseo de dar “ningún batacazo” para ganar la gobernación, es más, esa meta hoy parece estar lejos de sus planes.
06 de abril de 2011
Amieiro: "El muro es discriminatorio y vergonzoso"
El intendente de San Fernando tildó la iniciativa de Gustavo Posse como un “anacrónico Muro de Berlín”.
"Si nadie hace nada, lo hacemos nosotros"
"No nos mandan la policía, nos quitan Gendarmería; algo tenemos que hacer", argumentan desde San Isidro. Aseguran que la "muralla" es "sólo una pared baja con un enrejado". San Fernando protesta.