Un día de 1994, Carlos Arrese decidió subirse a un taxi en Londres con destino sorpresivo: Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Llegó. Pagó una suba exuberante, pero logró batir el record guinnes del viaje más largo en ese medio de transporte. En 2008, Patxi Huélamo, un taxista español, intentó romper esa marca yendo desde Vitoria, España, hasta Shangai China.
En estos últimos días, muchos ciudadanos españoles y turistas buscan hacer largos viajes por varios países en taxi, pero no para batir records, sino, para llegar a destino.
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A causa del volcán activo que entró en erupción en Islandia, miles de personas varadas en los aeropuertos de Cataluña contrataron taxis con destinos como Estocolmo (Suecia) o Londres. Cerca de 17 mil vuelos no han podido despegar, ya que las cenizas que salen de la boca del fenómeno natural podrían ocasionar desperfectos en las turbinas y poner en riesgo a todos los pasajeros de las aerolíneas.
Luis Berbel, presidente del Sindicato del Taxi de la ciudad donde Lionel Messi deslumbra con su fútbol aseguró que la demanda del servicio se multiplicó en las últimas horas. Muchas de las mismas se produjeron en el aeropuerto de El Prat (Barcelona) y de Girona, mientras que las colas para subir a un taxi en la estación de tren de Sants y la de colectivos del Nord, son interminables.
La desesperada alternativa también tiene como destino la ciudad de las luces: París. El precio estipulado es de 59 centavos por kilómetro recorrido, pero como se debe pagar también la vuelta del vehículo, el costo es de 1,18 céntimos por kilómetro, por lo que un viaje entre la capital francesa y Barcelona, ciudades separadas por 1.113 kilómetros, le costará al cliente 2.600 euros, o 3.700 euros si el destino es Londres, a no ser que llegue a un acuerdo previo.
18 de abril de 2010
El equipo de Messi tiene que jugar en Italia la semifinal de la Champions League, por lo que recorrerá mil kilómetros por tierra.