La confidencia habría surgido el miércoles a la noche, donde una veintena de dirigentes del entorno “japonés” habían concurrido a un encuentro que luego tuvo que suspenderse porque el convocante, el propio García, había preferido participar del acto realizado en La Plata en la que Néstor Kirchner volvía al ruedo político tras su intervención quirúrgica.
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Quizás por este impulso que le dio el trascendido fue que Menoyo decidió comenzar una “campaña de transparencia” y pidió controlar las llamadas que realizan todos los concejales, para lo cual le solicitó a Telecom un detalle de las llamadas realizadas a celular en cada oficina.
Si bien varios le hicieron notar la inconveniencia de su pedido, que roza la persecución política, quien puso el grito en el cielo fue el ex presidente del PRO y esposo de la concejal Fabiana Mongiat, Cristian Raf, quien lo amenazó con denunciarlo judicialmente por persecución política.
Otros, en cambio, fueron más sutiles y dejaron trascender las refacciones que realizó Menoyo en su despacho de la Presidencia, que habría rondado los $12.000 e incluyeron un control remoto para la apertura de la puerta de su despacho y la instalación de una central telefónica.
Lo sugestivo fue que entre los gastos que pedía bajar no estuvieran los correspondientes a las oficinas que no funcionaron durante el receso legislativo, como los relacionados con las oficinas legislativas, ya que no hubo sesiones durante dos meses.
En la última distribución de los cargos del Concejo, además, Menoyo consensuó con Unión Pro sobre los cargos que le iba a otorgar en el Concejo, además de los que ya consiguieron en el Ejecutivo en el área de Cultura, Defensoría del Pueblo, Producción y otros lugares distribuidos en la burocracia municipal.