La hiena Barrios se hace el oso: la culpa la tuvo el 147

No se puede acusar, juzgar y condenar en un solo día. En un defecto de los que nos movemos en los medios de comunicación; aprovechar la noticia, sacarle el jugo, todo de golpe.


Cuando sucedió el homicidio de tránsito, en el que Barrios atropelló, chocó y huyó, la principal preocupación fue saber si el pugilista estaba manejando alcoholizado, o drogado, hasta la coronilla.
Parece, de acuerdo a los comentarios que "la hiena" esta haciendo, nadie puso atención en la pericia del accidente. Se televisó, las  cámaras se movían siguiendo a la "ruedita cuenta metros" armando la planimetría, una prueba esencial para determinar responsabilidades.


Era el lugar de un hecho con una muerte y lesiones graves pero no se observó que   fuera preservado, una forma de evitar que se borrasen  rastros o desaparecieran objetos.


El accionar policial recogió del lugar las anotaciones necesarias para evaluar el escenario del accidente, pero podría haber sido mas completo para ser concluyente.


Fue la noticia del día en una ciudad colmada de veraneantes ¿Cuántas personas pasaron sobre el pavimento? Muchísimas y cada una se llevó, pegado a la suela de la hojota, un pequeño trozo de  huellas imposibles de reconstruir.


Ahora es el turno de Barrios, su cuerpo no estaba contaminado y la pericia, que seguramente conoce detalladamente, le permite asegurar que el 147 "tenia 50 metros para maniobrar".


Desde el lugar del conductor de la camioneta no tuvo el ojo de lince para percibir este detalle, lo sabe ahora porque el expediente lo esta cantando,  resulta una buena excusa para ablandar a la opinión pública.