¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

+18

La nueva chica de Playboy: "Juego a mostrar mis lolas"

Es la cara del canal codificado pero dice que no consume pornografía. Tiene novio "a lo Roviralta": "trabaja" de jugador de polo. Exclusivo 24CON
Martes, 19 de enero de 2010 a las 21:07
Por Alejandro Moreyra
Lucía Cabello es una de las principales figuras de Playboy. Tranquila, libre de teatros que la conviertan en una “vedetonga” más, Lucía eligió quedarse en Capital Federal y continúa con sus proyectos en el canal del conejito pervertido.

Ella se hizo conocida cuando ganó el "Scouting 2008 Playboy & Axe" y luego fue elegida por los lectores de la revista para ser la chica de tapa. Hoy deslumbra todas las noches en la conducción del programa “Playboy Attack”, emitido los viernes por el canal codificado, donde comanda un grupo de siete chicas que recorren la ciudad en busca de hombres para hacerlos vivir una experiencia única.

Además la modelo está a cargo de la conducción de “Art Of Love”, y del reality “Portfolios Bunny World”, dentro de la programación de dicho canal y fue convocada para trabajar como actriz en varias
oportunidades para “Los exitosos Pells” y “Todos contra Juan”. Actualmente participa de Niní, la nueva serie emitida por Telefé, donde encarna el personaje de Cathy durante varios capítulos.

Lucía, que cumple 26 años este jueves 21 de enero, es una de las excepciones a la regla y lo demuestra tanto con su cuerpo como con sus declaraciones. Podría decirse que ella sigue los preceptos del Zar de la Televisión, Alejandro Romay: “Nosotros fabricamos las galletitas pero no las comemos”.

¿Cómo es ser anfitriona de programas eróticos?
La verdad que yo me lo tomo como un juego. Me divierte que los hombres tengan la fantasía de que la conejita Playboy vive dentro de la mansión con Hugh Hefner.

¿Qué es lo que busca en el mundo del espectáculo? ¿Quiere seguir mostrando el cuerpo?
Qué se yo. Yo no había hecho tele y el año que pasó hice varias cosas, un par de capítulos en los Pells, en Todos contra Juan y en Niní y me gustó. Pero tampoco hice teatro y me encantaría hacerlo.

¿Teatro de revista?
(Risas) ¡No! Creo que no me la bancaría, porque es mucho quilombo. A las chicas que trabajan ahí las hacen poner nerviosas. En las propuestas que tuve para teatro, antes de firmar nada, y mientras me contaban el proyecto, cada diez palabras me decían que más lo que estaba incluido en el paquete, había que hacer un quilombo para Rial. Porque es la manera de promocionar la obra. Hay 10 mil obras en cartelera y ¿cuántos elencos buenos?... Muy pocos.

La vincularon con Pablo Granados cuando usted surgió a la fama…
Hubo una confusión ahí. En esa época él estaba haciendo el programa con Pachu Peña y yo fui varias veces a hacer sketches allá.

¿Él dejó a Soledad Fandiño por usted?
Nooo, no, no. Él aprovechó la situación de un hombre despechado, porque en realidad ella lo había dejado a él hacía poco. Lo conocí en el programa y teníamos la mejor onda, hasta salimos un montón de veces en grupete y ahí fue que se empezó a decir que estábamos juntos, pero me parece que fue más una cosa de conveniencia que otra cosa. A mí no me importó la verdad.

Usted dice que lo toma como un juego, ¿pero no le da un poco de pudor mostrar las tetas?
La verdad que no. Lo primero que hice fue en la revista Playboy, y fue en el momento tomar una decisión importante, porque no lo había hecho nunca. Pero no me importa el qué dirán. Mi familia y mis amigos me conocen perfectamente, me apoyan y saben lo que hago y quién soy y que para mí es un juego y nada más. El resto no me importan en lo más mínimo.

Siendo que trabaja en un canal erótico, ¿consume pornografía?
No, no.

Entonces juega de visitante…
Claro (risas). Lo que sí veo son los programas de Playboy que están buenísimos. El que nunca vio el canal es el que más boludeces habla. Yo siempre trabajé con Gabriel Rocca y Marcelo Cepeda, que son personas que siempre estuvieron vinculados con la moda y la estética de los shows es tremenda. Muchos son más como videoclips de moda, pero en bolas. Lejos de la pornografía. Yo incluso no tengo contacto con hombres y no tengo sexo ni de mentira, ni nada parecido a eso en ninguno de mis programas… ni pienso hacerlo si me lo proponen.

Al final resultó pudorosa…
(Se ríe) No, tampoco para tanto. Con mi cuerpo, solita, está todo bien. 

¿En la calle no la miran? ¿No le da vergüenza estar en la tapa de la revista en todos los kioscos de diarios?
No, me causa gracia la situación. Me acuerdo un día que en Puente Pacífico había un cartel gigante con la tapa y yo estaba parada ahí, esperando para cruzar, despeinada, en jeans, zapatillas y sin maquillaje, y cero, a nadie se le cruzaba por la cabeza que yo era la misma mina que estaba ahí arriba. Sí se dan cuenta cuando me ven en la tele. Pero eso sí, hay muchos que por ahí no les da la cara para preguntarme si soy yo.

¿Cómo que no les da la cara?
Claro, para admitir que miran Playboy.

¿Hay mucho pervertido encubierto?
Totalmente. Y me parece que así deben ser en la vida real.

¿Y los que no se esconden?
Me tocaron pocos de esos, pero son muuuy pesados. Ahí les tengo que cortar el mambo porque se creen que sos una conejita y sos “tocable”. Me río y nada más.

¿Entonces no es cierto el mito de la conejita que viene con la bandeja y un trago para servir a los hombres?
Qué se yo si será así. Yo no soy la típica chica Playboy, ya sea por mi cuerpo, por como soy en la vida real y por los programas que hice. Ahora presento un programa que se llama Playboy Attack en el que mando a un ejército de señoritas que le hacen cosas a los hombres, pero yo sólo soy la conductora, y ellas son las que hacen todo.

¿Está en pareja?
Sí, hace un mes y medio. Es jugador de polo.

...¿Y de qué trabaja?
Mi papá me preguntó lo mismo (risas) “Juega al polo, ¿pero de qué trabaja?”… Eso es lo que hace, está absolutamente dedicado al polo y gana plata con eso.

Siendo tan joven tiene una hija…
Sí, cumple 8 años en marzo, se llama Felicitas. Con el papá me casé a los 19 y me divorcié a los 20, pero la relación con él y su familia es muy buena.

Usted parece más grande de lo que en realidad es… No parece de 25 años.
Sí, siempre fue así. Hasta de chica. En esa época me asustaba un poco, porque iba al colegio y ya me decían cosas por la calle, y mi cuerpo me daba pudor, era pleno verano y andaba con un buzo. Ahora me pasé al otro extremo (risas).

Dice que no es una "chica del sexo". Entonces lo que hace en la tele, ¿no es como engañar un poco al espectador?
Puede ser, eso es lo que me divierte también, y no tener nada que ver con el resto de las minas que hacen Playboy. Mi cuerpo no tiene nada que ver con las típicas chicas que son teta y culo, más vedetongas que modelos.