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“Primero me enojé porque pensé que era un exabrupto, cuando vi que estaban apuntando al director de Administración me percaté de lo que estaba pasando”, dijo a 24CON la funcionaria. Tenían una 9 milímetros y una 32 niquelada. Ni lerdos ni perezosos, los delincuentes ataron con precintos a sus rehenes y empezaron a vaciar el lugar. Robaron todos los celulares y los guardaron en una bolsa. El teléfono de Cobacho tenía una agenda abultada.
“Nos amenazaron: ‘No nos importa dejar un fiambre’, decían. Además nos aseguraron que no nos moviéramos por 10 minutos porque dos móviles estaban apuntándonos en la puerta”. Luego pidieron por la caja fuerte. Arrebataron las llaves de la cartera de la funcionaria y se llevaron de allí 8 mil pesos en efectivo, cds y documentación de juicios que investigaba la Secretaría. Pero no era su principal objetivo. “Ya la encontré, vámonos”, dijo uno de ellos. Se refería a la computadora personal de Cobacho.
“Todas las causas que tenía guardadas implicaban a policías. Tenía lo de Luciano Arruga –desaparecido en democracia el pasado 31 de enero de 2009- del caso del ex centro clandestino Pozo de Banfield, y también de mi causa personal de secuestro durante la dictadura”, aseguró.
A los investigadores les llama la atención el modus operandi. Sobre todo, por lo que la principal perjudicada aseguró a este medio: “Un policía desesperado actúa de cualquier manera, las actitudes que tenían era de brutalidad policíaca”.
Por su parte, el fiscal que investiga la causa, Marcelo Martini, dispuso para el jueves una rueda de reconocimiento, ya que por el hecho quedó detenido un hombre identificado como Juan Mateo. Lo más curioso es que en las últimas horas del miércoles cinco personas entregaron la computadora robada en una dependencia policial y, llamativamente, ninguna quedó detenida. Las horas pasan y el misterio crece.
Por el extraño episodio, distintas asociaciones pusieron el foco nuevamente sobre la Bonaerense. Ya que, casualmente, en el expediente de Arruga que fue robado, se exponían los resultados de la investigación a través del olfato de perros que se había realizado en un patrullero estacionado frente al destacamento de Lomas del Mirador, donde supuestamente fue visto por última vez el chico de 16 años. Los datos habían sido contundentes: Todo demostraba que Luciano, había sido “levantado” y trasladado en el móvil. (Leer: ¿La policía quiso usar a Luciano de pibe chorro?)
Por su parte, el coordinador del Comité Contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria, Roberto Cipriano, expresó a este medio: “Hay grupos muy importantes de la Bonaerense que siguen reproduciendo prácticas de la dictadura. Esto es muy grave. Lo que padece el gobierno provincial es su propia política de gestión. Esto va a seguir empeorando”.
06 de enero de 2009
Caso Luciano: todo apunta a La Bonaerense