Cómo se desató el caos en el recital de Viejas Locas

Palos, gases y botellazos. Por qué mucha gente con entrada no pudo ver el regreso de la banda.

 

Todo explotó una hora y media antes de que Pity Álvarez salga al escenario. Eran las nueve de la noche y el gran regreso de Viejas Locas colmó las calles de Liniers. Una marea de jóvenes caminaba alrededor de un Amalfitani iluminado. Los cánticos, los tragos (cerveza, vino y fernet, en su gran mayoría) y el sinfín de colectivos que arribaban de todo el país para ver el recital esperado. De repente, el caos. Un ruido a vidrio roto fue el preámbulo de las corridas. Un botellazo había dado contra el casco de un policía y se desataron los incidentes.

Los caballos intentaban encausar una cola descontrolada. El camión hidrante y los gases lacrimógenos sirvieron para dispersar el lugar. Según la versión policial, el descontrol comenzó cuando la gente quiso ingresar sin su entrada. Sin embargo, los propios involucrados reconocieron a 24CON: “La policía decía que ya no había más lugar en el estadio y no importaba si tenías o no entrada”. “Fue un desastre organizativo”, agregó un lector que estuvo en el lugar.

Balas de goma y más palos. El ingreso al estadio se hizo una odisea plagada de corridas y gritos, que dejó como saldo a 30 personas heridas (que fueron derivadas al hospital Vélez Sarsfield y Tornú) y 40 detenidos, que recuperaron la libertad en el mediodía del domingo.

Mientras el helicóptero sobrevolaba el barrio, el grupo se hacía esperar. Cerca de las 23, la banda encabezada por Pity Álvarez salió al escenario bajo una lluvia de fuegos artificiales para tocar “Intoxicado” y detonar la noche en la gran vuelta de Viejas Locas.

 

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