¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

El hombre, ¿como el oso?

Pasada la época de los metrosexuales, las mujeres parecen inclinarse nuevamente hacia los hombres de pelo en pecho.
Domingo, 24 de mayo de 2009 a las 17:56
Por Germán Campisi

David Beckham logró, con sus cremas capilares, tatuajes y peinados prolijamente despeinados, encausar al hombre dentro de una causa absolutamente lejana en tiempos pasados. Eso de ocupar los recovecos de los botiquines en los baños era cuestión pura y exclusiva de ellas, pero debieron ceder.

Los hombres decidieron seguir al Spice Boy en su cruzada y las mujeres debieron acostumbrarse. Los tiempos cambian. Poco a poco esa preferencia de antaño por los hombres de pelo en pecho mutó hacia los abdominales esculpidos a mano con forzadas rutinas anaeróbicas en el gimnasio y trotes alrededor de los lagos de Palermo.

De todas formas, pese a que los aceptaban, sentían esa necesidad casi imperiosa de pasar sus manos por una pancita incipiente o ya recibida. Y no prolijamente depilada. Hoy, ellas, felices. Los hombres se cansaron de tamaña rutina. Dejaron el gimnasio de lado y volvieron a inclinarse por el fernet. Con algunos kilitos de más pero felices, prioridades lógicas. Ese "dejarse estar" implica, también, decirle stop a la cera, la maquinita de afeitar o la propia depiladora. Sin embargo, los metrosexuales no murieron. Son una raza en extinción. 24CON te presenta testimonios de uno y otro, para que vos elijas.

 

Testimonio:

Macho depilado
Mi experiencia en la depiladora. Por qué el cuerpo del hombre tiene que estar suave y limpio de pelos, como el de la mujer