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El Estado fue tomado por asalto

Viernes, 29 de enero de 2016 a las 11:08
Por Maximiliano Borches

 Desde la restauración liberal-oligárquica encabezada por el (ahora) exPROcesado por escuchas ilegales, Mauricio Macri -que en la práctica no es más que el brazo ejecutor de las políticas de ajuste, brutal devaluación y transferencia del poder adquisitivo de manos de los trabajadores a los grandes empresarios, que fueron elaboradas en los últimos años por las pocas familias que manejan los grandes monopolios como Techint, Grupo Clarín, la Sociedad Rural , etc-, han dejado hasta el momento del cierre de esta columna, más de 25 mil despedidos, en tanto que otros 40 mil trabajadores estatales de distintos organismos públicos, tienen como fecha límite el próximo 31 de marzo –cuando finalice el decreto 254/15 que ordena la revisión de la celebración de concursos y contratación de personal en todas las dependencias del Estado y organismos descentralizados de los últimos dos años, para saber con certeza como continúan su desarrollo laboral

Esta brutal política de achicamiento estatal, acompañada por una acción gubernamental autoritaria y represiva, que avasallando a la República y el diálogo democrático gobierno a través de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), reprime trabajadores, y encarcela a dirigentes sociales, como la primera presa política de este nobel gobierno, Milagro Sala, que tan sólo lleva 50 días en el poder, aunque ya parezcan tres pesados y largos años, intenta disciplinar a los trabajadores a través del miedo y el inefable fantasma de la desocupación, que además de quitarle la dignidad al trabajador, lo sume a este en una profunda depresión al ver cómo hará para seguir alimentando y educando a sus hijos, y en la mayoría de los casos, pagar el alquiler.
En este sentido, el expresidente Juan Perón, decía que “el tiempo es el gran ordenador”, y en este sentido hay que entender que todavía estamos atravesando el verano, un porcentaje de la población se encuentra de vacaciones, todavía se disfruta de las mieles de un derecho como es el cobro del aguinaldo y el salario, y –básicamente- el blindaje mediático que actúa como los antiguos tanques sacados a la calle cada vez que se producía un golpe de Estado, opera en función de “invisibilizar” el desastre social y económico al que estamos marchando a pasos agigantados….pero aquí, la Alianza Cambiemos comete un error: subestima al pueblo y a sus organizaciones políticas y sociales.
En estos momentos se encuentra en plena reorganización el Partido Justicialista, a través de la Campaña Nacional de Afiliación, que finaliza a fines de febrero próxima. Esta, es la herramienta política que si es conducida por los sectores que llevaron al país al mayor crecimiento económico e inclusión social después de los gobierno de Perón, en estos últimos años, se convertirá en el freno que los sectores mayoritarios precisan, para recuperar los derechos conquistados en esta última década, y que esta embestida liberal tiene como objetivo destruir.
En este sentido, se empieza a reorganizar el escenario con la reaparición del referente –hoy por hoy más convocante del peronismo-, Guillermo Moreno, y la inminente vuelta a la escena política de la mujer que supo transformar la Argentina y se transformó en la primera presidenta mujer de nuestra historia, que consiguió la mayor cantidad de votos después de Perón, y que fue despedida por más de 100 mil argentinos, el pasado 9 de diciembre.