Dos jóvenes reconocieron esta tarde al hombre detenido ayer como el que las había violado en el barrio porteño La Recoleta, en el marco de una rueda de presos que ordenó la Justicia antes de indagar al sospechoso. Si bien la principal prueba en contra del hombre es una pericia de ADN, fuentes judiciales revelaron que dos de las víctimas del llamado "violador de La Recoleta" identificaron al arrestado, de 27 años, como el hombre que las agredió sexualmente.
El joven en cuestión había sido condenado a tres años de prisión en suspenso y había pasado seis meses alojado en un hospital neuropsiquiátrico porque tenía antecedentes de problemas mentales.
No obstante, otra de las víctimas no estuvo segura en la declaración (su declaración fue calificada como "dudosa") y la última citada negó que fuera ese hombre el violador que la atacó, añadieron los voceros consultados. Se espera que otra docena de víctimas se acerque en los próximos días hasta los tribunales porteños para que participen de una rueda de reconocimiento de presos, entre los que estará el sospechoso.
Esta tarde, luego de que dos de las jóvenes lo reconocieron, el acusado, detenido ayer en su casa de Parque de los Patricios, fue llevado desde los tribunales hasta el despacho de la jueza de instrucción Yamila Bernán, quien pensaba indagarlo. La jueza tenía previsto notificar los delitos que se le imputan, las pruebas que hay en su contra y esperar que el detenido, asistido por un defensor oficial, responda preguntas.
Más allá de la ronda de reconocimiento que resultó positiva, una de las pruebas más contundentes que los investigadores tienen en contra del joven detenido ayer es precisamente su ADN. Es que la comparación de los rastros de semen tomado en las ropas de una de las víctimas, en octubre pasado, coincidió prácticamente "en cien por ciento" con el perfil genético registrado en una causa penal en la que el ahora sospechoso había sido condenado por abuso sexual.
Los peritos cotejaron ese material genético con el registro que había quedado asentado en su ficha del Cuerpo Médico Forense, a raíz de una condena anterior que le impuso en 2004. En esa oportunidad, el Tribunal Oral en lo Criminal número 10 de la Capital Federal condenó al joven por los delitos de "robo con arma, abuso sexual y privación ilegal de la libertad", todos en un mismo hecho.
Según se supo, en esa oportunidad, el agresor actuó de la misma forma que varias de chicas fueron atacadas en Recoleta: esperó que una mujer llegara a un edificio e ingresó antes que la puerta se cerrara para abordar a su víctima hasta llevarla a un pasillo y obligarla a que le práctica sexo oral, además de robarle. La condena fue a tres años de prisión, una pena que podría ser en suspenso, pero en esta oportunidad el imputado fue remitido a la Unidad 20 del Servicio Penitenciario, que funciona Hospital Neuropsiquiátrico Borda, donde permaneció durante seis meses.
"La posibilidad de que se trate de otra persona es de uno en 13 mil millones", dijeron fuentes judiciales, al confirmar que el detenido sería el presunto delincuente buscado desde el último trimestre del año pasado.
Al respecto, el fiscal Aldo de la Fuente, de la Unidad de Delitos Sexuales, afirmó que el detenido "es muy parecido físicamente y el modus operandi coincide, pero sería poco prudente decir que es el autor de todos los hechos". Por su parte, Isabel Yaconis, madre de Lucila -una chica que fue asesinada durante un intento de violación- reclamó nuevamente que se cree en el país un registro único de violadores.
En los últimos meses, una docena de chicas jóvenes denunciaron que habían sido sorprendidas y atacadas cuando entraban a sus edificios o cuando estaban en los negocios donde trabajaban, siempre en la zona de Recoleta, por un hombre que actuaba con un mismo modus operandi.
De los 16 hechos atribuidos al detenido, cuatro corresponden a "violación" (tres fellatio in ore y uno a penetración vaginal), en tanto los otros 12 tienen que ver con "abuso", es decir agresiones sexuales pero sin acceso carnal. A esos 16 episodios podrían sumarse tres más, ocurridos a principios del año pasado, en los que el presunto violador habría abordado a sus víctimas con un arma de fuego. Si bien esos tres hechos aparecían desvinculados de los de octubre y noviembre pasado, durante el allanamiento a la casa de la calle La Rioja la policía secuestró un arma de fuego, lo que abrió la nueva hipótesis de trabajo.
8 de diciembre de 2009