Facebook lleva una década de éxito ininterrumpido en la web y aún sigue sorprendiendo. Ha sido escenario de las más variadas manifestaciones sociales, una mina que no para de escupir oro. Esta vez, NOVA puso en la mira el alarmante perfil de un adolescente que publica sus numerosos “logros” delictivos.
Según las fotografías de su cuenta, Massi Tolosa es posiblemente un menor de edad, que no puede evitar enorgullecerse de los robos que protagoniza, pero más preocupante es que más de 5.000 personas (entre “Amigos” y “Seguidores”) avalan su actuar.
Sin delimitar edad ni ciudad de residencia, el joven que para colmo de males tiene descendencia a la que cuidar y educar (dejando en claro que su hijo crece tan rápido que “en cualquier momento sale a hacer esos laburitos con el padre”), se jacta con gran frecuencia diaria de los “botines” que adquiere en cada asalto consumado.
Arrancando con unas sugestivas fotos de "portada” y “perfil” en las que claramente se lo ve empuñando un arma de fuego, las publicaciones más recientes de Tolosa incluyen una imagen de su suculento “motín”, compuesto por una quincena de fajos (17 mil pesos, según su propio comentario) y conseguido en la medianoche de este domingo, vaya uno a saber de los bolsillos de qué laburante.
Otras de sus adquisiciones predilectas son las motos, de gran tamaño y dudosa procedencia. Mientras intenta venderlas enteras o “en partes” lo más rápido posible (como indica en una especie de idioma propio ininteligible pero exitosamente descifrado por el periodista), también busca deshacerse por estas horas, de “un par” de chalecos antibalas que sustrajo de alguna u otra manera a la Policía Bonaerense.
Pero el “pibe chorro” no sólo roba objetos para revender sino también para consumir. Hace algunos días, bajo los efectos del clonazepam (medicamento sedante que se compra con receta) posteó “tengo el coco que me va a explotar de la migraña”, y logró la arenga de su séquito de “amigos”.
Y para sumar andanzas, además de exhibir sus “trofeos” también advierte sobre los que saldrá a buscar cada noche (por ejemplo al Banco Provincia).
“Andamos de cacería” escribió el pasado 10 de septiembre sobre una foto de su compañero sentado a una mesa con dinero esparcido y una billetera tan abierta como el tuje de la víctima. Habitualmente, les dedica las jornadas a “los laburantes, putos, antichorros” y atribuye las victorias al Gauchito Gil y a su abuela que ¿lo vigilará desde el cielo, o se revolcará en su tumba?
Agencia Nova.