Hace dos años, cuando vio complicada su continuidad política en su municipio, el intendente de Escobar Sandro Guzmán (al igual que muchos otros) saltó del kirchnerismo al massismo. En 2011 definivamente ganó aliado al propio Sergio Massa, que lo llevó como diputado nacional dentro de su espacio.
Ahora, que también ve muy áspero su futuro debido a su mala imagen y su baja intención de votos, Guzmán decidió no sólo decidió volver a la Intendencia sino que de la mano otra vez del kirchnerismo, espacio que le abrió las puertas nuevamente. Pero no todo es gratis: le valió un escándalo público y una denuncia penalpor ocupar dos cargos en simultáneo, bajo dos partidos distintos.
Pero no todo termina ahí. Luego de haberse realizado una rinoscopía para demostrar que es adicto a las drogas, y a la espera de los resultados, el alcalde busca dar un manotazo de ahogado para salver su carrera política, ya que que su principal competidor, Ariel Sujarchuk del espacio HACE, está arriba en las encuestas.
Este jueves el propio Guzmán salió en defensa propia, y explicó el porqué de su "borocoteada". “Cuando iniciamos en el Frente Renovador fue con gente peronista, pero después vimos que mutaba para otro lado, y ya no compartía las ideas”, dijo el jefe comunal a radio América.
Además, para intentar agarrarse de la soga del sciolismo, aseguró que con el precandidato presidencial “siempre” se llevó “bien” y que “nunca” cortó lazos “con muchos dirigentes de gobierno”. Pero en su Escobar, sin dudas que hay un panorama complicado para Guzmán.
23 de abril de 2015
NOTAS RELACIONADAS