Algunas veces sentimos hambre al despertar o ésta es más frecuente en niños y adolescentes. El estómago juega un papel importante dentro de todos los mecanismos de nuestro cuerpo, ya que cuando está vacío le envía señales al cerebro y éste, en respuesta, provoca que aparezcan la sensación y los signos físicos del hambre.
¿Sabías que el hambre y el apetito no son lo mismo? Mientras que el hambre es una necesidad fisiológica, el apetito –o antojo- es el deseo de comer que se desencadena a causa de una emoción o una estimulación sensorial.
¿Cómo distinguir un estado del otro?
Hambre:
- Aparece paulatinamente y su intensidad aumenta poco a poco.
- Sentís el estómago vacío y podés escuchar los sonidos o crujidos que produce.
- Suele presentarse después de estar varias horas sin ingerir alimentos.
- Comerías prácticamente cualquier cosa para poder calmar la sensación.
- Puede provocar somnolencia, malhumor y sensibilidad.
- También puede provocar dolor de cabeza, mareos o debilidad.
- Si la ignorás, disminuyen tu capacidad de concentración y rendimiento.
- En cuanto ingieres alimento, la sensación de vacío y todos los malestares desaparecen, además de sentirte satisfecho.
Antojo:
- Se presenta repentinamente, de un momento a otro.
- El deseo de comer aparece inmediatamente después de ver un determinado alimento, olerlo o imaginarlo; o al experimentar aburrimiento, tristeza, nostalgia o estrés.
- Es selectivo, es decir, sólo deseas comer cierto tipo de alimento o algún plato determinado –como un postre-.
- Puede persistir aún cuando te sientes físicamente satisfecho o aparecer poco tiempo después de haber comido.
- Tiene un pico máximo de intensidad, el cual disminuye si lo dejas pasar.
19 de marzo de 2015
NOTAS RELACIONADAS:
Un especialista flebólogo, explica cuáles son las razones y las soluciones.