Los recomienda la Harvard Medical School, y debés seguirlos, por lo menos, durante una semana para recuperarte.
- Decile “No” al “recalentado”: Los expertos recomiendan que dejes de comer los alimentos que te desencadenan los síntomas, sobre todo aquellos altos en grasas.
- Retomá el camino a la salud: Debés regresar a los alimentos que son benéficos para tu cuerpo, como las ensaladas e ingerir porciones pequeñas. Implementá las cinco comidas al día y sobre todo come lento, de manera que mastiques adecuadamente.
- Evitá los malos hábitos: Por lo menos durante la siguiente semana evitá por completo los hábitos que te hacen ingerir en exceso aire, como fumar, mascar chicle, beber refrescos y comer rápidamente.
- Reducí tu estrés: Es normal que ante un malestar tu estado de ánimo no sea el óptimo, pero el estrés es una condición que solo empeorará la situación. Intentá realizar alguna terapia que te relaje desde el interior, respirar profundamente por unos minutos puede ayudarte.
- Descansá bien: El reposo del cuerpo siempre es una recomendación que efectúan los doctores, ya que de esta manera tu organismo puede concentrar sus energías en la recuperación de la parte afectada, en lugar de en la realización de actividades.
- Date tiempo: Una mala costumbre que se aplica constantemente es acostarse a dormir inmediatamente después de haber comido, evítalo. Lo mínimo que debes esperar son dos horas tras haber terminado, esto permitirá la adecuada digestión.
5 de enero de 2015
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