Cuál es el terrible mal sexual que sufre el Gran Hermano de Avellaneda

"La operación es muy costosa", dijo Alejandro Iglesias, el protagonista de la historia más fuerte en el nuevo reality. Los otros participantes.

Comenzó el nuevo Gran Hermano, el reality más famoso de la televisión argentina. Con la conducción de Jorge Rial y Silvina Luna (integrante de uno de los programas anteriores), Telefe puso al aire uno de los hitos de la pantalla chica durante la decada pasada.

Pasadas las 21.30, los participantes fueron ingresando a la casa, previa presentación "formal". Los conductores los recibieron como estrellas de Hollywood y revelando sus primeros datos.

El que inauguró la casa fue el pampeano Martín Pepa, de 23 años, quien se autodenominó "mujeriego" ante la sorpresa de todos.

A continuación, otro asombro. Gisele Marchi, de 22 años, se declaró "soberbia" sin que le tiemble el pulso.

El tercero fue Emanuel Di Goia, que confesó que su padre lo golpeaba de chico y que ahora es un cura sanador. Impresionante.

La cuarta fue la cordobesa Pamela Bevilacqua, de 21 años, que contó que tiene un hijo y que pasó muchas cosas en su vida, como vivir de la noche, en pleno descontrol y sin padre.

La quinta participante fue Rocío Magallán Gancedo, de 21 años. Bailarina, reconoció que es la "típica histeriquita, me encanta histeriquear y dejar con las ganas". Después de semejante demostración de frivolidad, contó que Gran Hermano es su programa favorito y que "no me interesa tanto ganar, sino que yo quiero probar cómo es".

El sexto, Héctor Martín Anchorena, de 24 años, contó que su mamá dejó a su padre por el vigilante de la garita de arriba de su casa. "Gran Hermano es un cambio para mi, esta es mi etapa" expresó.

La séptima, al parecer una de las más centradas. Natali Kessler, santafesina que trabaja en la morgue de Paraná, contó sus experiencias con los cadáveres. "Le voy a poner todas las ganas a ver cuánto aguanto y me da celos dejar a mi novio afuera", señaló.

El octavo, Juan Pablo Migliavacca, de 27 años, oriundo de Las Flores, es fotógrafo e ingeniero informático. "No conozco a nadie de Gran Hermano que sea como yo" fue su carta de presentación.

La novena, Loreley Donate, de 24 años y de Pilar, reveló que estuvo en el Ejército hasta que decidió dejarlo para hacerse modelo. Está casada con un militar y vive esto "como un sueño".

El décimo, Leandro Pigo, profesor de Educación Física, 24 años y de Ciudad Evita. "Entré con ganas de divertirme, estaba muy ansioso" contó.

La undécima, Luz Ríos, quien reveló ser homosexual y querer tener hijos por "inseminación". Es bailarina y tiene 22 años.

El duodécimo, Jonatan Galiano, de 22 años, estudiante de abogacía de San Nicolás. Un canchero de aquellos, dijo que "las mujeres se llevan bien conmigo. Yo la gano con la sinceridad y madurez", tiró.

La decimotercera, Tamara Casasola, de Ledesma, Jujuy, tiene 19 años, es modelo y baila en comparsas. Hace poco vive en Buenos Aires y tiene el sueño de ganar el juego.

La decimocuarta fue Solange Gómez, tucumana de 19 años. Es chef y hace promociones. "Me interesó entrar a la casa porque puede ser una plataforma para algo más después- Además, me interesa mucho el premio" expresó.

El decimoquinto, Cristian Urrizaga, de 30 años, es adiestrador de perros e instructor de kick boxing. "Soy un gran jugador, me juego todo. Estoy soltero y no tengo apuro" señaló.

La decimosexta fue Ariana Fiorentino, de 23 años. Modelo publicitaria, confesó que sufrió con la internación por drogas de su hermana "porque mamá es divina pero no se pudo hacer cargo". Dijo ser "firme, creo que los voy a tener cagando a todos en la casa".

El decimoséptimo, Cristian Yañez,  de 25 años se definió "pillo, no soy delicado. Lo mío es el capoeira. Producí -sic- música electrónica. Tomo liderazgo en los grupos".

El decimo octavo, Alejandro Iglesias, de 26 años, es de Avellaneda. "Quise entrar por motivos económicos, porque estoy esperando una operacion de reasignación de sexo. Se necesita uina prótesis muy cara para mi. Tengo un cuerpo que no coincide con la psicología de cómo me siento. No soy mujer, psicológicamente siempre me sentí un hombre. No me sentía identificado con una pollerita, no entendía qué me pasaba. Me gusta que me digan 'Ivi''. Las personas como yo no sabemos cómo empezar. Voy a entrar como Alejandro, no pienso largar mi historia de golpe. Voy a tratar de hacer la convivencia más cómoda, tratar de escuchar a los otros chicos. Cuando alguien se pregunte, contestaré con la verdad. Quiero aprender a divertirme, porque soy muy vergonzoso, quiero soltarme" aseguró.

Los últimos en ingresar, juntos, fueron Jesica Hereñu y Emiliano Boscatto.

Luego de la entrada de todos los participantes, se les impuso de las reglas, y todos se dedicaron a sociabilizar para conocerse. Una nueva función acaba de comenzar.

 

13 de diciembre de 2010

Fuente: Crónica

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