Mucho antes de que Dakota Johnson hiciera el casting para convertirse en Anastasia Steele, la protagonista de Cincuenta sombras de Grey, la favorita era Emilia Clarke, la estrella de Game of Thrones.
La morocha se presentó y estuvo muy cerca de quedarse con el papel, pero según contó a la revista The Hollywood Reporter, lo rechazó por los desnudos explícitos que incluía el guión: "Hice desnudos anteriormente y estaba preocupada por ser estigmatizada por hacerlo de nuevo", confesó.
La actriz protagonizó Desayuno en Tiffany, en su debut teatral en Nueva York, papel que incluía desnudos en vivo, y también se saca la ropa en la saga Game of Thrones. Pero cuando se reunió con el director de Cincuenta sombras... Sam Taylor-Johnson, se negó a hacerlo para esta película.
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"Haría ese rol, gratis con tal de disfrutar”, disparó la bella.