Con la ayuda de Inteligencia Artificial, un artista de la Ciudad de Buenos Aires que hoy reside en Italia creó una serie de postales que reconstruyen el paso de extraterrestres por el icónico barrio de La Boca a fines de los '70. Poco a poco, las imágenes ganaron protagonismo en las redes y se han vuelto virales.
El hombre está detrás de las increíbles imágenes es Juan Maresca, quien describe la iniciativa como una de las "primeras noticias falsas positivas" que se generan a partir de las novedosas herramientas que ofrece la IA. Su enfoque está puesto en revalorizar la fascinación por el fútbol, el amor universal y el vibrante barrio de La Boca, que se convierte en el epicentro de una comunidad intergaláctica.
El proyecto, tal como consignan sus redes, se bautizó como "La Boca 1979" y narra un viaje de regreso en el tiempo a partir del hallazgo de tres cajas llenas de fotografías en una casa abandonada en la Calle Palos. Pero estas no son meras imágenes: son cápsulas del tiempo que revelan historias y personajes que formaron el tejido social del barrio durante un año particularmente excepcional: el año en que los extraterrestres llegaron a La Boca.
Durante todo un año, LaBoca1979 busca evocar la vida cotidiana del barrio y cómo fue alterada por estos visitantes del espacio exterior. Las fotos descubiertas en las cajas abarcan desde el fervor futbolístico xeneize hasta los rituales del carnaval, pasando por las abuelas del barrio, el cura local y los misteriosos hombres de los Falcon verdes, quienes se revelan como agentes de la SIDE anotando cada movimiento de los residentes y los visitantes.
Un llamado a la memoria
Lo más sorprendente de estas imágenes es la autenticidad con la que capturan la complejidad humana. Se aprecia la intolerancia pero también los abrazos de amor, las voces del odio pero también la pasión que une a la comunidad.
Los extraterrestres, en lugar de ser meros espectadores, se convierten en participantes activos de esta rica tapicería social. Juegan con los niños, inspiran a artistas locales, y llegan, incluso, a adoptar las costumbres y modas del barrio. Para algunos, son una fuente de curiosidad y maravilla, mientras que para otros, como los bigotes, son un objeto de profundo escrutinio.
"Este proyecto no solo busca reconstruir una historia olvidada o ignorada, sino que aspira a unir a la comunidad en la remembranza de un pasado compartido, con todas sus complejidades y contradicciones", explica Maresca, quien insiste en la importancia de hacer "un llamado a la memoria colectiva y a la reflexión": "Al explorar el pasado, buscamos entender nuestro presente y, quizás, vislumbrar el futuro. Durante todo un año, recordaremos todo lo que sucedió, impulsados por las imágenes y las historias que esas tres cajas nos han revelado".
Para el artista, el indicador de que su idea era "buena o mala" pasaba por alcanzar los 1000 seguidores en Instagram. Sin embargo, esa meta logró alcanzarla rápido y hoy ya cuadriplica ese número de seguidores.
"Siento que he recibido el más grande de los reconocimientos que un artista podría desear. Siempre he creído que el arte pierde su propósito si no logra generar emociones auténticas en su audiencia", expresa, con satisfacción.
Quién es Juan Maresca
Juan, nacido en 1971 en La República de La Boca, ha llevado consigo los vibrantes colores de su barrio en cada pincelada de su carrera artística. Pero su paleta no se limita a la herencia de La Boca; también ha fusionado los colores de Brasil, donde vivió durante más de una década, agregando nuevas tonalidades a su expresión artística única.
En su juventud, Juan se sumergió en el mundo de la industria publicitaria, prostituyéndose como artista por más de 20 años. Sin embargo, el amor de Juan por el arte siempre estuvo presente, y finalmente, logró liberarse de las restricciones comerciales para perseguir su verdadera pasión.
Juan es un creador polifacético: ha escrito, dibujado, pintado y experimentado con una amplia gama de técnicas artísticas. Al igual que Miguel Ángel, quien se elevó a las alturas usando una técnica ingeniosa conocida como caduta, -un andamio especial conocido suspendida desde lo alto-, pudo pintar la Capilla Sixtina. Juan también ha sabido aprovechar la tecnología en beneficio de su expresión artística, abriendo nuevas posibilidades y horizontes.
Sus influencias son los colores de su barrio, el arte pop y los grandes maestros italianos del Renacimiento han dejado una profunda huella en su obra. Juan es un artista que se atreve a fusionar distintos estilos y referencias, creando un lenguaje visual único y cautivador.
El reconocimiento a su talento y originalidad no se ha hecho esperar. Su obra ha sido seleccionada por el reconocido curador argentino Alejandro Montes de Oca, director de la Escuela Argentina de Fotografía, para formar parte del prestigioso Álbum Blanco de ArteFo como artista revelación. Además, su exposición en el Museo Evita atrajo a más de 20,000 personas y deleitó a la presidenta Dilma Rousseff de Brasil.
Juan ha plasmado en sus lienzos una colección llamada «Orgullo de ser argentino» y también ha capturado la esencia de las vírgenes de toda América Latina. Su arte ha sido reconocido como uno de los mejores en su país, formando parte de una selecta lista de los 30 artistas elegidos para honrar los 30 años de democracia con su obra.
Hoy, Juan reside en Italia, donde continúa desarrollando su carrera artística con pasión y determinación. No teme enfrentarse a los grandes maestros, y con orgullo afirma que compite con Michelangelo en su búsqueda de la perfección artística.