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Pero un día leyó un aviso en el periódico donde pedían vocalistas para un grupo musical. Su voz y su carisma le ganaron un lugar en una banda de género tropical, y su familia cedió, después de una oposición tenaz, a que incursionara en el mundo del espectáculo.
Miriam se convirtió en Gilda, en honor a la femme fatale que encarnaba Rita Hayworth en la película del mismo nombre. En los comienzos de su nueva carrera conoció a Toti Giménez, compositor y tecladista, quien más tarde se convertiría en su pareja. Fue él quien la convenció de lanzarse como solista y la apoyó en la lucha contra las compañías discográficas, que por entonces creían que el mundo de la música popular era exclusivo para voces masculinas.
Gilda empezó una corta pero exitosa carrera, logrando muchos discos de oro, platino y doble platino, con exitosas canciones como "Fuiste", antes de su muerte, o "No es mi despedida", tras su fallecimiento.
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El 7 de septiembre de 1996 en el kilómetro 129 de la ruta 12, camino a Chajarí (Entre Ríos), un camión embistió al colectivo donde viajaba. El accidente dejó un trágico saldo: fallecieron Gilda, su madre, su hija Mariel y tres de sus músicos.
Tirado en la banquina, a un costado de los hierros retorcidos, quedó depositado un casette en el que Gilda había registrado los demos de lo que sería su próximo disco, en el que terminó por convertirse en un álbum póstumo: Entre el Cielo y la Tierra.
La canción inédita del mismo era "No es mi despedida" que reza estrofas que llegaron al corazón de los seguidores de la cantante. “Quisiera no decir Adiós, Pero debo marcharme”, comienza diciendo la letra y sigue con una frase más conmovedora: “Yo por ti volveré, Tú por mí, espérame. No me olvides…”
Esta tarde, cuando se cumpla el aniversario, un grupo de fans se reunirán en el kilómetro 129 de la ruta 12, a la altura de Villa Paranacito, para honrar su memoria. Además, varias de sus seguidoras personificarán a su ídola y se encenderan fogones a modo de vigilia durante la tarde y la noche.
7 de septiembre de 2012
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