Le hicieron experimentos "de animales" en una vidriera para concientizar
Mirá la galería. Imágenes fuertes.
Ratones, conejos, perros y hasta monos, son bancos de experimentos con el fin de mejorar los medicamentos que se le suministraran a humanos o bien, con objetivos menos loables, para testear maquillajes y cosméticos. La piel de los animales se transforma en el banco de experimentos de cientos de laboratorios de todo el mundo para que los productos sean aceptados como ‘dermatológicamente testeados’.
Ante las torturas a las que son sometidos, una artista y proteccionista inglesa aplicó sobre su propia persona los experimentos por los que atraviesan muchos animales. La principal diferencia radica en que la artista, tras la presentación y las torturas, regresó a su casa. Los animales, luego de servir a la ciencia o la cosmética, son sacrificados.
Jaqueline Trade, se sometió durante diez horas en vidriera en una famosa calle de Inglaterra, a los experimentos que sufren los animales en los laboratorios de todo el mundo. La joven fue conectada a electrodos, fue inyectada varias veces, hasta que su brazo sangro; fue rapada en una parte de su cabeza, se le sujetaron dos ganchos a la boca para obligarla a que la tenga abierta y se la obligó a tragar comida, luego se le aplicaron líquidos irritantes en sus ojos, y se la arrastro con una cuerda.
Miles de compradores, y turistas estaban horrorizados con la escena, filmaban, tomaban fotos y llamaban a sus conocidos. El horror era parte de un espectáculo, aun cuando el mismo horror viven los animales de laboratorio sin que a nadie sorprenda.
26 de abril de 2012
Ante las torturas a las que son sometidos, una artista y proteccionista inglesa aplicó sobre su propia persona los experimentos por los que atraviesan muchos animales. La principal diferencia radica en que la artista, tras la presentación y las torturas, regresó a su casa. Los animales, luego de servir a la ciencia o la cosmética, son sacrificados.
Jaqueline Trade, se sometió durante diez horas en vidriera en una famosa calle de Inglaterra, a los experimentos que sufren los animales en los laboratorios de todo el mundo. La joven fue conectada a electrodos, fue inyectada varias veces, hasta que su brazo sangro; fue rapada en una parte de su cabeza, se le sujetaron dos ganchos a la boca para obligarla a que la tenga abierta y se la obligó a tragar comida, luego se le aplicaron líquidos irritantes en sus ojos, y se la arrastro con una cuerda.
Miles de compradores, y turistas estaban horrorizados con la escena, filmaban, tomaban fotos y llamaban a sus conocidos. El horror era parte de un espectáculo, aun cuando el mismo horror viven los animales de laboratorio sin que a nadie sorprenda.
26 de abril de 2012