El joven que tiró la bengala: "No sé si merezco perdón"

Iván Fontán reconoció su posible autoría en una carta abierta y confesó cómo ingresó el proyectil.

Por Redacción 24CON

Iván Fontan, el joven acusado de tirar la bengala que mató a Ramírez.
Iván Fontán, el joven que habría tirado la bengala que mató a Miguel Ramírez durante el último show de La Renga, se confesó por carta abierta a revista Rolling Stone.


Fontán habló de todo. Cómo logró pasar el proyectil, cómo lo obtuvo, la euforia por encenderlo y el posterior arrepentimiento.


"Iba a ser mi oportunidad (aunque sea alejado de la gente, para no molestar a nadie) de, como dice el tema de apertura [del show del 30 de abril] ('Canibalismo Galáctico'), la furia de la bestia Rock quería 'tocar el cosmos', 'sonaron los tambores en mi mente.', y también creo que 'trafiqué un poco de emoción', en ese momento 'dejé de ser yo' para 'hacerme canción!' (La Renga es una banda increíble que no incita a hacer el mal, todo lo contrario, a mí me hizo levantar muchas veces y quise ofrendarle algo)", indicó el joven.


En lo que, cuenta, se transformó en una pesadilla: "Llegué justo a ver a (la banda soporte) La Richieri, la escuché atentamente y eso me alcanzaba para irme satisfecho de rock, luego la pasé de primera, los felicité, compartimos la tarde riendo, atestiguamos la tarde con instantáneas junto a 'los Ruteros del Camino' (así nos llama la banda a los seguidores) que venían de Buenos Aires y de algún otro lado junto a un trapo (bandera) que hice el día antes del recital, nos roció una llovizna al ocaso, parecía un momento mágico, hasta que empezó La Renga y bueno, de ahí en adelante se tornó todo más oscuro para mí".


Según él, el lugar era propicio porque se trataba de un predio “grande”. Pero cuando vio que la bengala se desvió, dice, que quedó “paralizado” porque “jamás pensé que me podía pasar eso, no pude disfrutar del resto del show a la distancia, y me fui a naufragar a la marea del pogo", confesó.


"Me dolía pensar que pude lastimar a cualquier persona del autódromo, incluso a trabajadores, músicos, niños, amigos y por último yo. Cuando me enteré del accidente sentí un profundo vacío, un dolor muy grande y la necesidad de dar la cara, desahogándome de esa manera", continúa la carta, según publica Rolling Stone.


Una vez enterado de la agonía y posterior muerte de Ramírez, Fontán desahogó su sentimiento de culpa con un amigo. A quien le confesó su actitud inhumana.


"Para este tipo de casos no hay palabras de consuelo ni tampoco sé si merezco perdón, al momento de querer llamar pensé más en brindar cualquier tipo de ayuda para su recuperación, lo que fuere que estuviese a mi alcance. En la desesperación era capaz de cualquier cosa", reza la carta que será publicada completa en la próxima edición de junio.

 

LA CARTA MANUSCRITA

 

 

19 de mayo de 2011

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