¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

¿Cómo actúa el Grupo Halcón en la toma de rehenes?

Los pedidos de los captores, la tensión y el rol de las cámaras de TV para garantizar la entrega. "Hay que llevar al delincuente al límite", dijeron de Halcón a 24CON.
Jueves, 22 de julio de 2010 a las 16:09

 

El grupo Halcón está especialmente entrenado para actuar en tomas de rehenes. Su misión es preservar la vida del rehén y evitar el mal mayor, esto es, también preservar la vida del delincuente. Si bien la situación es difícil de manejar, las indicaciones son claras: nunca se debe acceder a un pedido del delincuente sin algo a cambio, nunca se debe intercambiar rehenes y nunca se pide una prueba de vida, para evitar que los secuestradores cercenen un dedo. Nunca se debe agredir y nunca un “no” como respuesta a las demandas de los delincuentes. Además, es esencial no responder al fuego que puedan abrir los raptores.

 

El rol del “negociador” es central y su tarea está basada en “llevar al límite al delincuente, desgastarlo. Para lograrlo, se intenta dilatar el tiempo al extremo”, informó un integrante del Grupo Halcón a 24CON. “Nosotros tenemos claro que la toma de rehenes la inicia el caco y la termina el caco cuando se entrega. Todos los esfuerzos están puestos en la negociación para evitar heridos o muertos, inclusive el caco”, agregó.

Por otro lado, las fuerzas de seguridad efectúan tres cercos perimetrales. El primero, se ejecuta sobre el lugar de la toma de rehenes, el segundo sobre la manzana y el tercero hasta dos cuadras. Este último se realiza para mantener alejados a curiosos y a los medios de comunicación.

Asimismo, se determina el lugar donde se reunirá el Comité de Crisis, que puede ser la casa de un vecino o una camioneta de la Policía, un comercio, etc., cercano al primer perímetro.

l comité está compuesto por autoridades policiales, el jefe del Grupo Halcón, el negociador y el fiscal que corresponda al área de influencia. Sin embargo, una reciente resolución de la Procuración, de María del Carmen Falbo, limita la actuación de los fiscales en estos hechos, ya que no están capacitados para tal fin. La cabeza de las negociaciones y el control de la situación están exclusivamente a cargo de las Fuerzas de Seguridad.

Generalmente, es una preocupación extra la presencia de los medios y la información que puedan tener los delincuentes a través de la televisión. Es casi una obligación, “sacar a los medios del lugar, pero es usual que pidan cámaras para que filmen el momento de la entrega, porque tienen miedo que los maten”, detalló el juez de Morón, Fernando Bellido.“La negociación es exhaustiva y debe tener en cuanta cuánto tiempo se lleva de la toma y, si los delincuentes están armados, qué tipo de armas tienen”.

 

Bellido, como titular de una fiscalía de Moron, vivió cinco horas de tensión en una la toma de rehenes en Merlo, en 2008. “Fue la situación más difícil que me tocó vivir en mi carrera profesional. Es muy delicado porque el comité tiene en sus manos la vida de esas personas y no puede haber errores”.

Dos delincuentes de nacionalidad china se habían atrincherado en una remisería y habían tomado a la telefonista cinco choferes como rehenes. Uno de los maleantes intentó fugarse y fue capturado por la Policía, pero su cómplice continúo por varias horas en el interior del comercio.

“Montamos el comité de crisis a tres metros de la remisería, estábamos muy cerca. Es una situación de sumo stress. Eran chinos y decían que no nos entendían, por eso eran muy difícil las negociaciones. Los rehenes fueron saliendo de a uno. No queríamos que nadie salga herido y, gracias a las negociaciones, pudimos lograrlo. Cuando escuché el ruido que hizo el metal del arma contra el piso, me alivié. El delincuente había decido entregarse”.